Eruviel Ávila Villegas está obligado a mostrar su autoridad. Ante la proximidad de las candidaturas a presidentes municipales y diputados locales, Eruviel debe demostrar quien es el primer priísta del Estado de México por encima del liderazgo que simboliza Enrique Peña Nieto como candidato presidencial. El originario de Ecatepec debe tomar las decisiones “reales” de “palomear” a los ungidos y que saldrán a la lucha electoral a partir del mes de mayo. Eruviel, Erasto Martínez –secretario particular- y Raúl Domínguez Rex –presidente del partido- deben ser quienes evalúen en la recta final los perfiles de los aspirantes y comunicarles la determinación a los elegidos.
El pago de facturas será una recurrente en los días por venir. El gobernador Eruviel Ávila lo tiene muy claro. Grupos políticos que no han sido considerados con suficiente fuerza en el gabinete, y aquellos liderazgos que le aportaron lo suficiente a la campaña, que deberán ser considerados en las candidaturas que están por definirse. Quienes se pueden ir de su estructura de gobierno, y quienes llegar. La influencia de los ex gobernadores siempre tan necesaria en las componendas del poder y los equilibrios de la política. Lo que está en juego no son simples candidaturas, lo que está por determinarse es la gobernabilidad del Estado, y la Presidencia de la República, ¿o no?
En la recta final del “palomeo” hay otras esferas tanto del gobierno como del mismo partido, que también tendrán voz, voto y veto. Por un lado, el secretario general de gobierno, Ernesto Nemer, cuya posición juega el control político de la entidad, y cuenta con información privilegiada de quienes deben ser considerados en el listado final. Tampoco se puede dejar de lado a Alfredo Torres Martínez, secretario de Desarrollo Urbano, quien es considerado el tutor político de Eruviel Ávila. Es el momento oportuno de que el ejercicio del poder se haga valer a su favor.
Otro que buscará tener una opinión es Marlon Martínez, el polémico secretario particular de Domínguez Rex. Nadie descuide tampoco a Enrique Mendoza Velázquez, secretario de organización del PRI, quien se ostenta con amplia influencia en las decisiones finales. Eruviel debe tener mucho cuidado no vaya a ser que sin darse cuenta, el enemigo duerma en casa.
Entre miércoles y viernes, los priístas comenzarán a recibir las primeras señales de quienes serán los candidatos a alcaldes y legisladores locales. El jueves próximo para ser precisos, diputados federales y locales que busquen otro cargo de elección deberán solicitar licencia para inscribirse el próximo lunes 2 de abril. En ese periodo de tiempo, los presidentes municipales que pretendan llegar a la legislatura estatal se separaran del puesto ante sus respectivos cabildos. El síndrome del “chapulín” es contagioso y proliferará entre la clase política mexiquense. Una nueva desbandada se anticipa en ayuntamientos y cámaras de diputados.
El próximo 2 de abril será el tiempo de la gran pasarela. En la sede del PRI del Estado de México se conocerán los hombres y las mujeres con quienes Eruviel ha decidido co-gobernar, es decir, quienes serán sus interlocutores ante la próxima legislatura, y que en teoría le garantizarán una amplia lealtad política. Ese mismo día, en los comités municipales, con los candidatos a presidentes municipales sabremos en quienes confía para que le garanticen el triunfo a su partido, y refrende el “carro completo” de la elección de 2009. De ese tamaño es el reto del PRI en los comicios del mes de julio.