En las últimas dos semanas, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto bajó otras dos unidades en la preferencia electoral, al pasar de 40 a 38 por ciento en la intención del voto. De acuerdo a la encuesta presentada ayer por Consulta Mitofsky, la panista Josefina Vázquez Mota se ubicó con el 24 por ciento de las preferencias lo que ha reducido la brecha a 14 puntos porcentuales, cuando falta un par de semanas para el inicio formal de las campañas electorales, que tendrán una duración de tres meses y paso seguido vendrá la única y verdadera madre de las encuestas: el día de la elección.
Cuando se habla de preferencia efectiva, es decir se elimina a los indecisos del muestreo, Enrique Peña Nieto sube como la espuma, para sumar un 47 por ciento de intención del voto, de los cuales el 38 por ciento se muestra sumamente seguro de sufragar por el mexiquense en julio próximo. Mientras que un 9 por ciento, mantiene abierta la posibilidad de cambiar su decisión, una vez que inicien y avancen las campañas electoral. Poniendo en consideración a los tres candidatos presidenciables, Peña Nieto es el abanderado que tiene una preferencia más volátil, pues de los votantes por Vázquez Mota, sólo 7 por ciento podrían cambiar su decisión; y de los lopezobradoristas, un escaso 5 por ciento podría variar su intención de voto.
De febrero a marzo, la alianza electoral entre PRI y PVEM también perdió dos puntos porcentuales, en lo que se refiere a la preferencia para elegir diputados federales. La coalición de PRI y PVEM, habría descendido de 34 a 32 por ciento de la intención del voto. En tanto, para el PAN se mantiene en 22 por ciento; y la alianza de izquierda -PRD, PT y Movimiento Ciudadano- se ubicaría con un 18 por ciento, donde incluso creció un punto porcentual. En tanto que un amplio 26 por ciento del electorado aún no ha tomado una definición en lo que a la elección por legisladores concierne.
Frente a la pregunta de ¿quién cree que ganará la elección? El 12 por ciento de quienes votarán por Vázquez Mota, tiene previsto que los comicios serán ganados por Enrique Peña. Un amplio 22 por ciento de los votantes de López Obrador considera viable el triunfo del mexiquense. Aunque un 5 por ciento de los electores que manifiestan preferencia por Peña Nieto consideran que los comicios serán ganados por la panista Vázquez Mota. Es decir, el ánimo de triunfo que antes inundaba a los seguidores del ex gobernador del estado, se ha ido reduciendo frente a los errores cometidos en su círculo cercano, y la permanente caída en las preferencias electorales.
En el recuento histórico, en marzo de 2000, el priísta Francisco Labastida contaba con el 46 por ciento de la intención del voto. Mientras que en marzo pero de 2006, el perredista Andrés Manuel López Obrador tenía el 38 por ciento de preferencia electoral. En los meses que siguieron a las campañas electorales ambos se desfondaron para ubicarse en el segundo lugar, y acabar en segundo lugar en sus respectivos comicios. Lo cierto es que en ambos casos, y para estas mismas fechas, tanto Vicente Fox como Felipe Calderón ya habían reducido la brecha a un dígito, es decir una diferencia de 7 puntos porcentuales en promedio.
Hoy Peña Nieto cuenta con una ventaja promedio de 15 puntos en la preferencia electoral. Aunque las encuestas de Radio Fórmula, Ipsos, Mercaei -la controvertida encuesta difundida por Felipe Calderón- y Covarrubias y Asociados -encuestadora de López Obrador-, posicionan a Peña Nieto sin excepción por debajo de los 40 puntos, con una intención del voto que oscila entre los 34 y los 37 puntos porcentuales. La guerra de encuestas se ha desatado, y será parte del manejo electoral que busquen los candidatos entre sus simpatizantes para ganarse el voto.