Toluca, Edomex; 24 de abril
de 2025.- Vaya escándalo surgido en medio de la elección de la UAEMex. Por
mucho que se haya tomado de manera ilegal o sacado de contexto, es absolutamente
inaceptable, escuchar a un árbitro electoral decir que tiene su favorita; y
preocupante y reprobable que una autoridad responsable del manejo de recursos
públicos diga abiertamente que dejará “las arcas vacías”. A eso se reduce la bomba
que ha explotado en las manos del rector Carlos Eduardo Barrera Díaz. Del
control de daños y el manejo de crisis, mejor ni hablamos. Al cierre de su
gestión, hay muy poco que celebrar.
Hay un tema de fondo que
es importante reflexionar. Durante los últimos seis meses -si no es que más-,
la UAEMex se encargó de construir la narrativa de que su mayor logro y legado
del rector saliente era tener una administración transparente y eficiente. A la
mitad del camino, ser un ente confeso, en decir que se dejarán las “arcas
vacías”, es un salto al vacío en todo lo que previamente se presumió. Y de
paso, a la ya de por sí defenestrada campaña de Eréndira Fierro, es echarle una
lápida de que la administración no era tan sana como lo decía el diagnóstico
inicial. Eso sólo cuando se analizan los diez segundos que han lanzado a la
fama pública al rector a nivel nacional.
Existe otro punto demoledor.
La filtración de un audio del rector en lo que se supone una reunión de trabajo
con su círculo más cercano, advierte que se ha perdido la confianza, la lealtad
y el compromiso de su equipo de trabajo. Ya no podrá hablar con soltura ni con
su propia sombra. Esa falta de confidencialidad ya se había exhibido, cuando se
difundieron detalles de una reunión privada encabezada por Eréndira Fierro con
algunos consejeros universitarios. Eso también advierte que, la máxima
autoridad universitaria no tiene ni tuvo el control político del Consejo
Universitario, y eso los tiene tan preocupados la decisión final, porque los tiempos
ya no son los de antes.
Es la tercera ocasión en
que Fierro logra la unidad, pero en su contra. La primera vez, tuvo registro
con un comunicado de medios que advertía la falta de equidad en la contienda
electoral. La segunda, fue con el desastre que representó su vista por la Prepa
2, donde ocurrió una reprenda a un joven estudiante con la complicidad de los
directivos del plantel. Y ahora, por si algo faltara, con un audio que desnuda
lo que ya se sospechaba: hay favorita del rector. El asunto ha escalado a un
nivel inusitado, tanto, que difícilmente veremos al rector respaldar a su
candidata, o su candidata salir en defensa del rector.
Por encima de la
autonomía, en las oficinas gubernamentales deben encenderse las alarmas. La
elección venía adoleciendo control político y respeto a las reglas universitarias.
El encono se dejó crecer. Hoy más que nunca, se debe atender que la elección
universitaria tenga garantías de libertad, de secrecía, de equidad. Lo que ocurra
en la UAEMex es un tema que transita por la gobernabilidad, por la estabilidad y
la educación de más de 90 mil alumnos. Y sí, la autonomía no exime que se trata
de una institución pública, financiada con un presupuesto público, y que debe
ser atendida con esa misma responsabilidad institucional.