Toluca, Edomex; 23 de
septiembre de 2025.- Delfina Gómez cumplió con el ritual político para rendir su
segundo informe. Los invitados especiales, robaron reflectores en el Teatro
Morelos. Toluca convertido en el epicentro político por algunas horas. Ahí,
donde todos los actores políticos -los de casa y los de la oposición-, aprovechan
del momento para hacerse notar en el escenario.
De la clase gobernante
morenista, destacó la asistencia de Mario Delgado como secretario de Educación.
El hoy funcionario federal, es un viejo conocido de la mandataria mexiquense.
Fue vocero de la campaña delfinista en el 2017. Y en la campaña de 2023, era el
dirigente nacional de Morena. Asistieron, además, dos gobernadoras: Clara
Brugada y Evelyn Salgado. También acudió el ebrardista Vidal Llerenas,
exalcalde de Azcapotzalco, que en 2024 fue candidato a diputado federal
plurinominal por el Estado de México. Y Armando Quintero, que coordina los
esfuerzos del Plan Integral de la Zona Oriente.
En la etapa priísta, siempre
marcaba un elemento simbólico la presencia de los exgobernadores. En esa fila,
de quienes ya transitaron por la estafeta del Poder Ejecutivo, pasaron lista
Arturo Montiel y Eruviel Ávila. Las ausencias fueron notorias: Emilio
Chuayffet, alejado de la vida pública; César Camacho, que marca distancia del
régimen morenista; Enrique Peña, autoexiliado en Madrid, España; y Alfredo Del
Mazo Maza, ausente de la vigencia política.
Delfina Gómez tuvo
autocrítica. Un hilo de anuncios que podrían consolidar una infraestructura
urbana muy distinta al final del sexenio. En gran medida, también se avizora
una reivindicación de un poder centralista; recursos federales que permitirán la
puesta en marcha de programas, obras y acciones. El poder presidencial como
manto protector en el régimen político. Al final, si se consolida el proyecto
en marcha, lo que menos debería importar es el cómo.
Hoy comenzarán los
informes regionales. Un ejercicio que puso en práctica el exgobernador Arturo
Montiel como práctica de control electoral. Desde ahí, evaluaba los liderazgos
regionales. Desarrollaba 12 informes por el mismo número de zonas clientelares.
Para el gobierno morenista, serán 4 regiones. A la distancia, se detalla que
busca que la mandataria tenga cercanía con sus electores. Recorre el territorio
estatal, bajo una lógica geográfica, ahí donde lo que importa es el predominio
morenista. El objeto de evaluación prevalece.
Los ajustes en el
gabinete son posibles, quizá inevitables. Lo que importa, es que los cambios
respondan a una lógica de resultados, y no de suplir componendas políticas por
otras. De lo que se trata, es de enmendar los perfiles que no han cumplido las
expectativas. La lógica de cuotas y cuates del pasado, en nada podrán recomponer
lo que hasta ahora no ha funcionado o avanzado.