Las elecciones se ganan con votos. El PRI y su maquinaria electoral parecen los más robustos de cara a la elección de julio próximo. El posicionamiento electoral que apuntala a Eruviel Ávila en incipientes encuestas es resultado de ese engranaje político, y no tanto de una intención del voto del ex edil de Ecatepec. Mientras que los movimientos anunciados esta semana en la estructura priísta ya vaticina cuál será la intención de Enrique Peña Nieto para enfrentar los comicios.
La llegada de Luis Videgaray Caso como presidente del PRI estatal, y de Carlos Iriarte Mercado como secretario de organización; deja en claro que Videgaray recaudará y administrará los recursos financieros para la campaña electoral. En tanto, Iriarte será el operador electoral encargado de preparar la movilización del voto, y hacerla efectiva el próximo 3 de julio. A ellos hay que agregar a Miguel Ángel Osorio, quien será el enlace de operación político con los gobernadores priístas, para que apoyen la sucesión mexiquense de Enrique Peña.
A partir de septiembre, de ser el caso de que Eruviel Ávila se convierta en Gobernador, anote dos nombres –cercanos al ex mandatario Arturo Montiel- como fuertes aspirantes a la presidencia del PRI del Estado de México: Manuel Cadena Morales y Luis Miranda Nava, ambos han ocupado la secretaría general de gobierno, y sueñan con palomear candidaturas priístas para 2012 como algún día ya lo hicieron, pero ahora como militantes y no como funcionarios.
En caso de que Videgaray pretenda regresar a ocupar su curul en San Lázaro para el mes de septiembre, debe tener presente que ya no regresará a los privilegios que le daba la presidencia de la Comisión de Presupuesto, la cual ocupa desde hace un par de semana el también mexiquense Alfonso Navarrete Prida. El hoy coordinador de campaña de Eruviel Ávila retornaría pero como un diputado más de los 500 que existen en el recinto legislativo.
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López Obrador 1 Marcelo Ebrard 0. Aunque al final Ebrard se plegó a los designios de rechazar la coalición entre PAN y PRD, esa decisión se dio en razón de que no se encontró un candidato –ex priísta de preferencia- que encabezará dicha alianza. En la encrucijada de apoyar a Bravo Mena (quien se apuntaba como abanderado aliancistas) o respaldar a Alejandro Encinas, el aún jefe de gobierno capitalino decidió optar por lo segundo, pese a que políticamente eso no le es conveniente, y sucumbe frente a quien le abrió las puertas en el PRD: AMLO.
Las dirigencias estatales del PRD, PT y Convergencia han sido completamente desplazadas por los órganos nacionales. Fueron los Comités Ejecutivos Nacionales de esos partidos quienes redactaron el convenio de coalición que se formalizará en las próximas horas, sin que se haya consultado lo mínimos a sus militantes mexiquenses. “Donde gobierna capitán no gobierna marinero”, y eso quedó demostrado desde que sepultaron la alianza entre el PAN y el PRD.
El PAN irá solo a la elección. Su complicación electoral, es que debido al desgaste que arroja el ejercicio del poder, el panismo se ha convertido en el partido político de mayor rechazo ciudadano. La ola delincuencial que parece no tener límites ha generado la opinión generalizada de dar un voto de castigo al blanquiazul de aquí y hasta los comicios de 2012.
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En lo dicho: PANAL, PVEM, PT y Convergencia simulan tener intención del voto. Se venden al mejor postor. Tienen una comodidad ante sus prerrogativas electorales. Carecen de figuras políticas, pero son una franquicia partidista altamente rentable. Y si no que le pregunten al PANAL y al PVEM con sus diputados en la legislatura local. En caso del triunfo priísta, las carteras de las Secretarías de Educación y Medio Ambiente ya estarían comprometidas. Esas son las componendas políticas que se cumplen, sin necesidad de firmarlas ante el notario público.
