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OFF THE RECORD 22-11-2024

Toluca, Edomex; 22 de noviembre de 2024.- Ricardo Sodi ha llegado a la conclusión de su mandato al frente del Poder Judicial del Estado de México, y coincide con la peor coyuntura social posible. Cuando ya pensaba en el proceso de sucesión para favorecer a su grupo político, la reforma judicial obstaculizará cualquier intento por prevalecer en el ejercicio del poder. El cambio en el régimen político supone, además, un rompimiento con los tiempos de subordinación, pues hay al menos tres corrientes entre jueces y magistrados. Ha perdido el control interno en la elección de su sucesor, aunque sea un interinato.

 

La relación de Sodi con la gobernadora Delfina Gómez está fracturada. La inasistencia de la mandataria a su quinto y último informe, marca un distanciamiento en un momento crucial, cuando el Poder Ejecutivo está por enviar su iniciativa de reforma judicial. Habrá proyecto en el mes de diciembre y habrá elección de jueces y magistrados hacia el segundo semestre de 2025, en donde el voto popular elegirá al presidente del Poder Judicial de los próximos cinco años. Poco se podrá decir el boato organizado por Sodi como despedida del Tribunal Superior de Justicia. La nota se la robó la mandataria por no asistir.

 

Ricardo Sodi ha perdido la institucionalidad. En público, se opuso a la austeridad morenista porque eso impediría ampliar la capacidad del Poder Judicial para atender a 17 millones de mexiquenses. Lo que no entiende que no entiende es que, la austeridad supone frenar privilegios; y no necesariamente evitar un aumento presupuestal a necesidades estructurales. En privado ha mostrado su resistencia a la elección de jueces y magistrados. Delfina es discreta y mesurada, pero ha dado muestras de que es firme en su toma de decisiones.

 

Difícilmente podría pensarse que Ricardo Sodi pueda seguir los pasos de sus antecesores, quienes en algún momento terminaron como notarios públicos, procuradores de justicia o titulares de Derechos Humanos. Será necesario que, en las próximas seis semanas, cuando concluya su mandato, pueda procesar una entrega – recepción disciplinada. El régimen morenista no pondrá ningún freno a las reformas legales del Poder Judicial. No sólo eso, tanto el interinato que se avecina, como la elección de jueces y magistrados, tendrán una afinidad ideológica, política e institucional con el grupo en el ejercicio del poder público.

 

Hay dos premisas finales: en política nada es casualidad, y la forma es fondo. Delfina Gómez ha dado una lección de su oficio político, para quienes dudaban de su hechura morenista. Se equivocan quienes confunden su trato bien intencionado con una debilidad en su personalidad. De paso, con su visita a Metepec donde también mostró su deferencia por el alcalde Fernando Flores, manda un mensaje público que no cayó tan bien entre los panistas, particularmente allá, por la zona del Senado de la República.

 

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