Toluca, Edomex; 22 de julio de 2024.- El pasado sábado 20 de julio, Enrique Peña Nieto cumplió 58 años de edad. El hijo prodigo de Atlacomulco que cumplió la profecía de convertirse en presidente de México vive en el autoexilio en España desde hace seis años; y existen pocas condiciones para que regrese a su país en el futuro inmediato. La defenestración política, su impedimento. En los temas personales puede sentirse seguro por los siguientes seis años, tiempo suficiente para que muchos de los delitos que se le pudieran imputar hayan prescrito.

Hace trece años que dejó la gubernatura del Estado de México, y hoy la realidad política es absolutamente distinta y distante. El PRI gobierna en niveles históricamente reducidos. A nivel nacional, ha perdido sistemáticamente gubernaturas y espacios de poder público. Paradójicamente, cuando se busca un culpable de la mayor crisis electoral priísta, todos los caminos apuntan al sexenio peñista. Ahí, donde también fue profundo su desinterés por el partido que lo impulsó en una vertiginosa carrera política. El despeñadero es insostenible.

En redes sociales hubo escasas felicitaciones para el último mandatario priísta; por ahí aparecieron Ana Lilia Herrera, Laura Barrera y Ricardo Aguilar. Lo mismo que el diputado federal electo, Luis Miranda Barrera, hoy inmerso en las filas de la 4T. Lo que pesan más, son las ausencias de quienes pasaron por alto: los sucesores Eruviel Ávila y Alfredo Del Mazo; sus alfiles en el sexenio presidencial Miguel Ángel Osorio, Luis Videgaray y Aurelio Nuño. Tampoco hubo mención por el dirigente nacional priísta, Alejandro Moreno. El peñismo al olvido.

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El asesinato de Milton Morales -jefe policíaco de la CDMX-, ocurrido en Coacalco, abre otro enorme desafío para la Fiscalía General de Justicia. La atención de la clase política -incluida la de la capital del país- estará puesta en las indagatorias que logren desarrollar autoridades ministeriales. En el escritorio del fiscal se comienzan a apilar casos relevantes y mediáticos. Lo deseable es que de forma pronta y transparente se aporten elementos sobre el móvil de este homicidio, por encima de filtraciones mediáticas o especulaciones políticas.

Coacalco, la tierra gobernada por el priísta David Sánchez Isidoro, otra vez toma notoriedad por asuntos criminales. Hace dieciséis años, acribillaron en este municipio a José Manzur Ocaña, quien se desempeñaba como secretario técnico de seguridad del ayuntamiento, cuyo alcalde era el propio Sánchez Isidoro. La presencia del crimen organizado siempre ha sido una hipótesis latente. Por increíble que parezca, en las elecciones del pasado 2 de junio, el priísta logró la elección consecutiva, y gobernará a los coacalquenses hasta el 2027.

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Aspirantes a la sucesión en la rectoría de la UAEMex han comenzado una estrategia para simular una cercanía con la gobernadora Delfina Gómez. Ocurrió ayer domingo durante una caminata en la ciudad de Toluca, en la que Eréndira Fierro aprovechó el momento para tomarse diversas fotografías y videos al lado de la mandataria estatal, aunque para la morenista pasó desapercibida. Y vendrán cosas peores, de quienes podrían inventar que son los elegidos para suceder a Carlos Barrera Díaz. Los tiempos se adelantaron y las formas se perdieron.