Montiel lo volvió a hacer. Cero y van dos. El grupo político montielista se impuso en la carrera por el Senado de la República. La designación de Ana Lilia Herrera Anzaldo como candidata del PRI a la Cámara Alta se enmarca en un triunfo montielista por encima de otras élites vinculadas a los ex mandatarios Emilio Chuayffet y Alfredo del Mazo, y al mismo candidato presidencial Enrique Peña que promovía a María Elena Barrera. Hace casi una año dio la campanada con Eruviel, ahora dio la sorpresa con Ana Lilia. La alcaldesa de Metepec hasta el viernes, será la representante del priísmo mexiquense en el Senado ausente desde hace seis años.
Por muy pronto que parezca, si Ana Lilia Herrera gana la elección de julio próximo, y se convierte en Senadora de mayoría, habrá que apuntarla como una candidata natural a la gubernatura mexiquense. Su condición de senadora le otorga de facto un liderazgo político como el que tuvieron en su momento aspirantes a la gubernatura como Héctor Ximénez y Manuel Cadena hace ya algunos ayeres. Tendría además los méritos electorales por recuperar bastiones electorales en manos de la oposición: la diputación local en 2006 que arrebató al PAN, la alcaldía de Metepec en poder opositor desde el 2000, y que conquistó en 2009; y ahora va por el Senado, que el priísmo perdió desde hace doce años. Toda una osadía si Ana Lilia lo consigue.
Quien piense que con la nominación de Ana Lilia Herrera Anzaldo ganó el Valle de Toluca frente al Valle de México se equivoca fuertemente. Ana Lilia es originaria de… Ecatepec, el municipio que se ha convertido en referente para la estructura estatal desde el ascenso al poder de Eruviel Ávila. Los inicios de la trayectoria de Ana Lilia se remontan a San Lázaro para años más tarde integrarse como vocera de Arturo Montiel, y comenzar una vertiginosa carrera política que ahora la tiene en la antesala del Senado de la República. Valle de México 2 – Valle de Toluca 0.
El montielismo va por más. En las semanas por venir se definirán candidaturas a diputaciones federales y locales -85 en total-; y 125 alcaldías. El pronóstico es que Montiel y su grupo -donde se integra el actual gobernador Eruviel Ávila- se despachará con la cuchara grande. Montiel buscará influir en municipios como Toluca y Metepec a través de Martha Hilda González Calderón y Laura Barrera, respectivamente. También querrán los liderazgos políticos de la Cámara Federal y la Legislatura local, cedidos durante el último trienio al chuayffetismo. Muera el rey, viva el rey.
Luego de la ruptura aliancista entre PRI y PANAL, la encuesta electoral de febrero tendrá un nuevo morbo por conocer cuántos puntos porcentuales perdió Peña Nieto por su fractura con Elba Esther Gordillo. En diciembre, a causa de sus errores en la FIL de Guadalajara, el precandidato presidencial descendió tres puntos que se calculan en dos millones de votos menos. Ahora, su escisión con el magisterio podría significarle otros tres millones de votos según los resultados electorales de 2006 y 2009. Perder cinco millones de votos en dos meses no es cosa para celebrar. La curva descendente sigue, como el conejito de Duracell, y advierten algunos que seguirá.
Ernesto Cordero se manifestó por aliarse en lo inmediato con Elba Esther. Vázquez Mota ha dicho que esa posibilidad será decisión del PAN. Al final de la historia, si la elección y las preferencias electorales comienzan a cerrarse, hay quien advierte que la poderosa maestra puede ser el fiel de la balanza.
A eso se suma la decisión que esta semana deberá tomar el gobierno calderonista para avalar la alianza entre Grupo Televisa y Grupo Iusacell -ligado a Televisión Azteca-. Dar luz verde a ese consorcio empresarial significaría dar lugar a un monopolio mediático – televisivo sin precedente. La decisión será sopesada en el marco electoral en puerta, y es ahí donde el calderonismo respira de nuevo por hacerse de los afectos de Elba Esther y de Televisa en menos de una semana. Parece una jugada de tres bandas a favor del partido oficial.
