Toluca, Edomex; 21 de enero de 2025.- Daniel Sámano se integró a las filas del Partido Verde Ecologista. Hijo de Miguel Sámano -exsecretario particular de Arturo Montiel- fue anunciado como la nueva adquisición de los ecologistas en el norte de la entidad. Todavía durante la dirigencia de Ana Lilia Herrera fue incorporado a la estructura del priísmo mexiquense. Con una larga trayectoria política, la única ocasión que buscó un cargo de elección, perdió la presidencia municipal de Acambay en los comicios presidenciales de 2018, que marcaron el ascenso al poder político por parte de Morena. Ahora Daniel representa la avanzada de los Sámano hacia el régimen de la 4T. Apenas, hace algunas semanas, Miguel Sámano renunció al PRI, en solidaridad con la salida de Ana Lilia Herrera de la presidencia tricolor.
José Couttolenc está en lo suyo: desarticular lo poco que queda del PRIAN en el Estado de México. La estrategia que, resulta un secreto a voces pero se confirma en los hechos, consiste en desmembrar a los liderazgos de panistas y priístas para incorporarlos a las filas del régimen oficialista. Pero Morena no quiere abrir las puertas de forma tan sencilla, que resulte un contrasentido a su propósito de combatir al régimen «neoliberal y de corrupción». El PVEM, entonces, es el anzuelo para mantener una ventana de reclutamiento de quienes ya no encuentran espacios de representación en el bloque opositor. Y en el más puro pragmatismo electoral, eso le ha permitido al Verde avanzar en las preferencias de los votantes en las últimas tres elecciones.
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No es casualidad, Cristina Ruiz -dirigente del PRI Edomex- ha acelerado el paso para reunirse con exalcaldes y exdiputados locales con el objetivo de cerrar filas: evitar que organicen una rebelión en contra de su imposición al frente del comité estatal a la que han convocado algunos liderazgos priístas, o bien, que se siga la desbandada en la ruta del Partido Verde. En las últimas horas, la naucalpanse convocó a Melissa Vargas, Óscar Sánchez, Cristina González, Aldo Ledezma, Aurora González Ledezma, Rogelio Garnica, Alfredo Quiroz, Lizeth Sandoval, Iván Esquer, entre otros. Hay una honda preocupación de que abandonen el barco. El PRI está acostumbrado a su un partido en el gobierno, y siempre le ha costado entender cómo ser oposición. Hoy la ausencia de un gobernador priísta lo ha dificultado todo. Y a eso se suma tener a Cristina Ruiz como dirigente tricolor.
Existe un común denominador entre los exalcaldes y exdiputados locales convocados durante las últimas horas por parte de la dirigencia del PRI. Prácticamente todos estaban identificados con los exgobernadores Alfredo Del Mazo o Eruviel Ávila; y otros más, con las exdirigentes priístas, Alejandra del Moral o Ana Lilia Herrera. Todos ellos y todas ellas, agraviadas por Alejandro Moreno, quien insiste en ejercer un control político del partido desde el centro del país. Muchos de los invitados, perdieron la elección más reciente por su desgaste social. Los mismos de siempre queriendo reconstruir un partido defenestrado con las mismas formas del pasado.
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En la estructura gubernamental están muy a tiempo de prevenir la temporada de incendios forestales. El año pasado, el Estado de México enfrentó una verdadera crisis en la temporada de estiaje, en gran medida porque la curva de aprendizaje evidenció la falta de pericia en diversas áreas por no tomar decisiones con oportunidad. Ahora ya no hay pretexto. A esa circunstancia, se debe sumar una eventual escasez de agua, que también marcó gran parte de la agenda pública el año anterior. Esos podrían ser los temas que la oposición podría resaltar en la inmediatez, por encima de insistir en que bajen los precios de los combustibles.