Toluca, Edomex; 20 de diciembre de 2021.- El año 2022 deberá constituirse como la consolidación de diversos proyectos de infraestructura para el país, y en particular, en el Estado de México. La inversión pública, tanto del gobierno de López Obrador como de la administración de Alfredo Del Mazo será constante.
En un plazo de tres meses quedará inaugurado el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que se construye en los municipios de Zumpango y Tecámac, y que traerá consigo el desarrollo de infraestructura urbana y proyectos comerciales y turísticos en la zona nororiente del estado. La gran incógnita será conocer, a partir de cuándo estará en funcionamiento, y cuántas aerolíneas serán las que ofrecerán vuelos comerciales desde esta terminal aérea.
A partir del próximo año deberán comenzar las obras de ampliación del tren suburbano que partirá de Cuautitlán hasta Tecámac. Es una prioridad de conectividad, que permitirá facilitar la llegada desde la zona centro de la Ciudad de México hasta el nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía. Su conclusión está prevista para el año 2023, y que además facilitará la conexión entre municipios mexiquenses como Tultitlán, Tultepec, Nextlalpan y Zumpango.
También se tendrá que avanzar en el tren México – Toluca. Este proyecto se tenía estimado concluir desde 2017 por el gobierno peñista. Las obras de infraestructura podrían concluirse el año entrante. Hacia 2023, afinar las estaciones de la CDMX, e iniciar con las pruebas de funcionamiento. El compromiso es que, el tren quede inaugurado en un plazo de poco más de 20 meses. Muy probablemente cuando haya terminado el sexenio delmacista.
Ahí, en el Valle de Toluca también se tienen proyectadas obras de mitigación y conectividad, que pretende ampliar vialidades de Zinacantepec hasta Metepec.
Hace un par de años, el gobierno de López Obrador anunció que retomaría el proyecto ferroviario de la Ciudad de México hacia Querétaro, y el cual beneficiaría la conectividad en el poniente del Valle de México en municipios como Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli y Tepotzotlán. La obra que fue cancelada tras el escándalo de la Casa Blanca en el sexenio pasado, parece que tampoco verá la luz en los próximos tres años. El asunto está archivado.
Y el mayor fracaso estructural de los últimos tres sexenios es, sin duda, la reactivación del Aeropuerto Internacional de Toluca. A pesar de las obras de ampliación y modernización de las últimas décadas, y los esfuerzos por atraer vuelos comerciales, la capital mexiquense no resulta un destino atractivo para los viajeros. Tan pronto como se asientan, las líneas aéreas se esfuman. Su cercanía con la CDMX parece un factor para jugarle en contra.
Lo cierto es que, el desarrollo de obra pública deberá darse con celeridad, antes del 2023, cuando la clase política se dedique de tiempo completo a los propósitos electorales que encierran la sucesión de Alfredo Del Mazo. La veda electoral exige de suspender cualquier acción y proyecto de infraestructura.
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