Toluca, Edomex; 20 de
mayo de 2025.- Más dudas que certezas dejó la conferencia de medios encabezada
por Isidro Rogel. A una semana de su ascenso al poder universitario no hay
diálogo con la comunidad estudiantil. Sus declaraciones abonaron a generar
incertidumbre sobre el proceso electivo. Si había alguna narrativa que posicionar
simplemente no se consiguió. Su oficio político quedó exhibido porque no ha
sido para reunirse con las aspirantes quienes esperan definiciones. La ambigüedad
no es buena consejera. Los vacíos en política siempre se ocupan por alguien
más. Pide tiempo para decidir, dialogar, comunicar, resolver. Quizá tres meses
sean muy pocos, advierte.
Otra preocupación ronda
a la comunidad universitaria. Ya va más de una semana sin que se resuelva el
apagón en los servidores de la UAEMex, lo que impide el acceso a su página web.
El pretexto fue impedir el voto electrónico en la auscultación cuantitativa,
sin embargo, el servicio de Internet está desconectado de todos los planteles
educativos, incluidos aquellos que están en funciones normales. Surge la
inquietud que, en medio del apagón cibernético, se vayan a desaparecer archivos,
expedientes o ligas relacionadas con el exrector; quien por cierto, el fin de
semana decidió silenciar y eliminar sus redes sociales.
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Se dan golpes de pecho
por la reforma judicial, pero así como sobran los ejemplos de políticos carentes
de carrera judicial que se convirtieron en magistrados, o de quienes hoy
compiten en la elección del 1° de junio; también abundan los casos de quienes
presidieron el Poder Judicial y se acercaron tanto al Poder Ejecutivo, que se
olvidaron del contrapeso político que dicen defender.
Algunos casos: Luis
Miranda Cardoso, quien tras una larga carrera judicial obtuvo como favor
político una notaría pública, mientras su hijo ascendía a la Secretaría General
de Gobierno; Abel Villicaña Estrada que fue designado como procurador general
de justicia en el sexenio peñista en medio del Atencazo que criminalizó la protesta
social; Baruch Delgado que saltó del PJ a presidir la Comisión de Derechos
Humanos; José Castillo Ambriz, que trabajó en la Consejería Jurídica del
sexenio delfinista. Bendito sea el contrapeso al poder.
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El PRIAN ha mostrado su
rechazo rotundo a la elección judicial. Lo cierto es que la inmovilización de
sus estructuras electorales facilitará que las candidaturas vinculadas al régimen
morenista puedan ganar en las urnas, ante una muy disminuida participación de
los votantes. Y las postulaciones muy identificadas con el priísmo local
estaría al borde del fracaso electoral, como ha ocurrido en las elecciones más
recientes desde 2018 a la fecha.
Lo cierto es que, por
encima de su negativa a la elección judicial, lo que resalta en la conducción
partidista de Anuar Azar y Cristina Ruiz, al frente del PAN y del PRI
mexiquense, es la apatía y la indiferencia. Mientras Morena, se prepara para cooptar
todas las posiciones de poder, las electas y las designadas, todas aquellas que
se deberán decidir en el transcurso de este 2025.