OFF THE RECORD 18-06-2025

Toluca, Edomex; 18 de junio de 2025.- Diez horas de un diálogo lleno de claroscuros. Una mesa dispuesta para paristas y oficinistas. Los atuendos oscuros frente a los trajes sastres. Un sol de plomo que caía en las primeras horas de la mañana. Una lluvia intensa que obligó a cambiar de escenario. Una noche que acompañó la salida de los presentes. El Teatro Esvón Gamaliel como testigo de la redacción de un nuevo Estatuto Universitario. Las pizzas y los refrescos para apaciguar el hambre y el cansancio tras horas de estira y afloja. Al final, el apretón de manos y la estampa de la firma de los acuerdos alcanzados.

 

Lo bueno: El avance en la negociación. La voluntad al diálogo estuvo del lado de los jóvenes, tanto integrantes del Enjambre Estudiantil como de los Consejeros Alumnos. Fueron ellos quienes pusieron los primeros acuerdos en la mesa, ajustaron la redacción de artículos al Estatuto Universitario, gestionaron la presencia de la Asamblea en una próxima sesión del Consejo. Los estudiantes de ambos bandos asumieron su responsabilidad histórica. Se olvidaron de los discursos, el aplauso fácil y transitaron en una negociación consensuada.

 

Lo malo: Este diálogo llega un mes después del ascenso al poder de Isidro Rogel. El tiempo perdido deberá redimirse con pasos acelerados. La protesta estudiantil aún desconoce a las autoridades universitarias. Las reformas estatutarias transitarán por un camino sinuoso. Todavía existe desconfianza que las propuestas del Enjambre puedan ser aprobadas por el Consejo Universitario. Falta por resolver, en negociaciones paralelas, la recuperación del semestre mediante evaluaciones en línea, mientras se reconoce la prevalencia del paro.

 

Lo feo: Las tres horas pérdidas en que tomaron la palabra Patricia Varela Guerrero, Raúl Juárez Toledo e Hiram Piña Libién. Llenos de tecnicismos conducían la mesa del diálogo al colapso y la ruptura total. “Conflicto narrativo” se leía en los apuntes de Juárez Toledo. Por fortuna, mientras el diálogo mostraba apertura, ellos fueron guardando silencio. En la medida que más llenaban de elogios al Enjambre, más pavimentaban de obstáculos, las propuestas de la Asamblea Universitaria. El barrerismo en su máxima expresión.

 

La UAEMex tendrá un proceso electivo novedoso. Habrá un voto vinculante. Como nunca antes, docentes, alumnos y administrativos serán tomados en cuenta en la elección de rectora. Y esa transformación de la elección se deriva del paro estudiantil de las últimas semanas. Lo menos que puede, y debe hacer la autoridad, es garantizar la no criminalización de su movimiento.