El Grupo Atlacomulco está cada vez más cerca de lo buscado durante décadas. De la mano de Enrique Peña Nieto -tras la declinación de Manlio Fabio Beltrones- tienen en la bolsa la candidatura presidencial del PRI. Aunque en caso de que se consolide una candidatura de unidad, ahora el peñismo enfrentará una complicada disyuntiva, ante la imposibilidad de acceder a espacios en radio y televisión por carecer de una precampaña en forma. En automático, también, se anularía la posibilidad de una consulta abierta que buscaba medir el músculo electoral del PRI para 2012.
Elba Esther Gordillo ayer por la noche ratificó su alianza electoral con el PRI, la cual aunque había quedado registrada ante el Instituto Federal Electoral, mantenía serias dudas, ante la remota posibilidad de que Manlio Fabio Beltrones se convirtiera en candidato presidencial priísta. El senador y la líder magisterial mantienen diferencias políticas profundas. El regreso de Elba Esther al PRI se encuentra garantizado, de la mano de su pupilo, el profesor Humberto Moreira, a quien hizo gobernador de Coahuila hace seis años, y hoy se encuentra encumbrado en la dirigencia nacional del tricolor.
Luis Videgaray y Luis Miranda, se han convertido en los principales colaboradores y consejeros de Peña Nieto. Sin embargo, hasta el momento han evitado colocarse en la escena pública, o en el reparto de cargos partidistas. Parece que la guerra de lodo que desde hace tiempo anunció Miranda Nava en contra de Peña Nieto podría devenir en materia financiera, sitio donde los «Luises» tendrían mucho qué explicar. Ambos se desempeñaron como secretarios de Finanzas del Estado de México; Miranda durante el gobierno de Arturo Montiel, y Videgaray en el mandato de Enrique Peña.
Los «tolucos» y el Grupo Atlacomulco -identificado por los Del Mazo, los Monroy, los Chuayffet, los Montiel, los Velasco- esperan el ascenso presidencial del peñismo para ejercer el poder que durante años detentaron en el Estado de México, pero del cual han sido desterrados con el gobierno de Eruviel Ávila Villegas, que mes con mes se ha ido llenando de cuadros del Valle de México. Muchos de ellos, ya se vieron, como el Melate, despachando desde Los Pinos. Simplemente vivir fuera del presupuesto, para ellos es vivir en el error.
El principal error, no obstante, de Enrique Peña, sería pensar que con la candidatura del PRI ya tiene la Presidencia de la República asegurada. Vendrán los tiempos más aciagos de su chata carrera política. Los misiles que durante años ha venido preparando el gobierno de Felipe Calderón están por detonarse. Los escándalos de su vida personal, la frivolidad de su carrera política, los errores de su gobierno y las turbias finanzas de su mandato, son puntos en la larga lista que engrosan los expedientes para minar su popularidad electoral. El PAN simplemente, no está convencido de entregar la «plaza» de forma tan fácil, en algo que los costó tanto conseguir en el 2000, y conservar en el 2006.
Humberto Moreira seguirá en el «blanco» de los ataques electorales para deteriorar la imagen del «nuevo» PRI, pero no es la única carta con la que jugarán los panistas. En la lista negra están Mario Marín, Ulises Ruiz, Eugenio Hernández Flores, Fidel Herrera, y por supuesto, Arturo Montiel. La Procuraduría General de la República trabaja a marchas forzadas para iniciar la verdadera guerra judicial, que buscará ganar en la contienda electoral. Los abusos del poder antes cometidos, pretenden ser castigados.
