Raúl Domínguez Rex regresará este martes a ocupar su curul como diputado federal de la que se separó hace apenas una semana. Luego de haber tomado protesta como dirigente estatal del PRI ha recibido la instrucción de retomar su lugar en San Lázaro, desde donde jugará un papel fundamental en la negociación presupuestal dentro de los proyectos que impulsa el gobierno mexiquense. La función de Domínguez Rex también tiene en su objetivo reconocer entre los legisladores a Eruviel Ávila como su nuevo líder político.
El líder sindical, radicado en Zumpango, tuvo su origen político en Naucalpan, de donde fue regidor en un par de ocasiones. La influencia de legisladores del Valle de México tras la asunción de Eruviel Ávila es innegable. En esa lista están Alfonso Navarrete -coordinador de los mexiquenses-; Manuel Cadena -presidente de la comisión de Derechos Humanos-; Sandra Mendez -de Tultitlán- y Martín Vázquez -originario de Ecatepec-. Los «tolucos» siguen perdiendo el poder, por todos lados.
Este martes, el tema central de la sesión legislativa en San Lázaro será la acusación calderonista, respecto que hay priístas dispuestos a «negociar con el narco» en caso de regresar el poder. El golpe rotundo de Calderón va a tener una respuesta contundente desde la tribuna parlamentaria. Los priístas atacarán con el argumento de una guerra fallida que ha cobrado 50 mil muertos, y muchos daños colaterales.
Del PAN se espera una defensa a ultranza de Felipe Calderón. Las acusaciones irán contra algunos gobernadores priístas y la cruenta violencia que se registra en entidades como Veracruz y Nuevo León. El discurso de que son los gobiernos locales quienes son corrompidos por el crimen organizado será la tónica del debate.
La batalla campal que se anticipa será otro día harto complicado para Emilio Chuayffet que ya no ve lo duro sino lo tupido. Lo mismo le agreden los panistas, que le grita Fernández Noroña. Su desgaste político es notable. Adjetivos de intolerancia e intransigencia se repiten en las bancadas de oposición para describir al ex secretario de gobernación y ex gobernador del Estado de México.
Rafael Loret de Mola puso a temblar al Estado de México, y en específico al Grupo Atlacomulco, al señalar que en libro próximo a publicar se refiere una llamada que habría hecho Joaquín «El Chapo» Guzmán al ex mandatario estatal Enrique Peña Nieto, en su época de gobernante. La amenaza de las guerras de lodo volvieron a surgir. Toda la burocracia mexiquense está expectante de la publicación de Rafael Loret para comprarla inmediatamente, lo que no se sabe si es para leerla o para impedir que la sociedad civil tenga acceso a ella. ¿Será?