Toluca, Edomex; 14 de octubre de 2021.- Es muy claro. Con el ascenso delmacista a la gubernatura del Estado de México ocurrió un clivaje con el sexenio eruvielista. Desde 2011, las formas en que Eruviel alcanzó la candidatura priísta provocó una ruptura irremediable con el mandatario en turno, lo que tiene hasta hoy, consecuencias políticas, sociales, presupuestales y estructurales. La oposición puede aprovechar esa fractura interna.
Ayer, en plena comparecencia del secretario de obra, Rafael Díaz Leal, el priísmo quedó evidenciado por las obras inconclusas que dejó Eruviel, y que fueron abandonadas -por falta de interés y de presupuesto- en el actual gobierno de Alfredo Del Mazo. Ahí se enumeran auditorios, hospitales y edificios que por negligencia u omisión simplemente fueron abandonados en obra negra.
Quien debió guardar un silencio incómodo fue Alejandra del Moral, la entonces dirigente priísta que defendía las obras del eruvielismo en plena campaña delmacista; y las cuales, a la fecha, se mantienen sin avance e inacabadas.
Por el daño patrimonial y presupuestal de las obras inconclusas, hay al menos dos funcionarios del sexenio pasado, que deberían dar respuestas a los mexiquenses. Por un lado, Erasto Martínez -el poderoso secretario de Infraestructura-; y César Gómez Monge -el consentido secretario de Salud-; ambos personajes encumbrados en el eruvielismo proyectaron muchas de las acciones, les asignaron presupuesto, y luego se dejaron abandonadas.
Lo cierto es que, la tunda que le dio Azucena Cisneros al priísmo ecatepense únicamente quedará como dato anecdótico, y las obras no tendrán presupuesto, ni avance, ni conclusión. Así son las comparecencias: un espectáculo legislativo.
Rumbo a la sucesión por la gubernatura, los eruvielistas amenazan con regresar al ascenso del poder, ya sea mediante el PRI o cualquier otro partido. El delmacismo por su parte, tiene claro cerrarles el paso a todos los aliados del senador priísta, en su intento por contender en las elecciones de 2023.
Los panistas ya han tomado definiciones. La complacencia con los secretarios delmacistas es incluso más extendida que la de los priístas. Las felicitaciones y los aplausos dejan claro que han claudicado en ser una oposición del régimen; y ahora su pleito permanente está en Morena, la Federación y la 4T.
Para el olvido, la intervención del priísta, Guillermo Zamacona, quien subió a tribuna a complementar el informe de infraestructura, por encima de asumir una posición parlamentaria. Asume que es de una nueva generación, pero desde su discurso, reivindicó las facultades metalegales del presidencialismo remembradas en el régimen priísta de la década de los setenta.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx