Toluca, Edomex; 14 de julio de
2025.- La elección de la UAEMex resulta inédita en su método de votación, por
lo que su resultado es incierto. Ninguna candidata, pudo advertir al inicio del
proceso, una operación política que requiriera de ganar 213 votos,
representados por sectores y distribuidos en 53 espacios académicos. Todas las
aspirantes -incluidas las que se quedaron en el camino- fijaron su estrategia
en ganar la votación del Consejo Universitario. En las últimas semanas, ha
venido un tejido fino para tratar de ganar el territorio.
Dolores Durán prefirió poner
fin a su aspiración por la rectoría universitaria. Midió su capital político y de
última hora declinó por Maricruz Moreno. A pesar de las narrativas internas, no
hubo candidatura de unidad; tampoco hay línea de la gobernadora. Es momento de
hacer pesar la autonomía. Hay alianzas, sí, pero no hay garantía de que los
votos y el capital político de una, se traspase a la otra en automático. Ésta,
no es una elección partidista.
La noche del sábado, corrió el
rumor con fuerza de que María José Bernáldez declinaría por Patricia Zarza,
cosa que hasta el momento no ha ocurrido. Entre ambas, hay una alianza de facto
desde hace varias semanas. Sin embargo, la cercanía de Bernáldez con el exrector
Jorge Olvera, y las denuncias públicas en su contra por parte de la profesora
María de los Ángeles Almazán, “Angelitos”, restan más que sumar. Faltan horas
para tomar una decisión final.
Laura Benhumea, la última
aspirante en entrar en la contienda, también se alista para la elección universitaria.
El fin de semana, trascendió que, en marzo pasado pidió juicio político ante la
Legislatura en contra el exrector Carlos Barrera. Esa acción, rompe el mito de
ser el Plan B del barrerismo, advierten. En la víspera, completó sin
contratiempos la lista de 53 observadores electorales.
Para la recta final quedan
algunas incógnitas que rondan en el imaginario de la comunidad: ¿El aparato
institucional tiene candidata favorita? ¿A dónde se irán los votos que serían
para Eréndira Fierro? ¿Los directores de espacios tienen capacidad y autoridad
moral para tirar línea a sus trabajadores? ¿Existe la posibilidad de pensar en
un voto corporativo -operado desde los sindicatos- en las condiciones de inconformidad
actual? ¿Y si la balanza se inclina por el voto de castigo hacia la
administración en funciones? ¿Quién realmente apostó desde el inicio a ganar
consciencias por encima de componendas políticas?
Lo que es un absoluto galimatías
es el tipo de votación para este martes 15 de julio. La decisión ha recaído en
cada espacio académico. Hay de todo: prolifera un sistema mixto, entre presencial
y electrónico, dentro de cada espacio. De ahí, los directores están obligados a
difundirlo, pero algunos han sido absolutamente omisos. Difícil proyectar los
porcentajes de participación. Son casi 100 mil universitarios con derecho a
votar; y después de un proceso electivo tan vertiginoso, es deseable que haya
una votación copiosa.