Toluca, Edomex. 13 de enero de 2016.- A propósito de las deudas heredadas en muchos gobiernos municipales del Estado de México se analiza el tamaño de la fuerza aérea que se encuentra dada de alta en las nóminas y que quincena con quincena cobran con puntualidad. Para decirle con claridad, se calcula que son miles de “aviadores” que sólo devengan su salario mes con mes, pero que nunca se presentan a laborar, y que en muchos casos corresponden a compromisos políticos de los alcaldes que ya no están en funciones. Ahí podría estar la clave para generar ahorros mayores.
Las nóminas “infladas” por parte de los gobiernos municipales se contemplan en áreas como seguridad pública y servicios públicos. Ahí es donde existe un mayor número de personal, y en donde se supondría que los ediles entrantes no generarían recortes de personal, por considerar que son las direcciones más sensibles para la atención ciudadana. Sólo es cuestión de generar una disciplina administrativa para que los Ayuntamientos detecten irregularidades y corrijan las anomalías financieras. Con esa corrección podrían ahorrarse cientos de miles de pesos anuales.
La otra vorágine que enfrentarán los nuevos Ayuntamientos serán cientos de demandas laborales que ya se cocinan en las instancias estatales con motivo de despidos injustificados. Ahí se incluyen cientos de sindicalizados, cuyas labores no estaban justificadas en los municipios, pero que gozaban de los mayores privilegios en horarios y salarios imaginables. La solución no está en las medidas correctivas que puedan estar tomando los alcaldes entrantes, sino en ya no volver a cometer los mismos excesos de los presidentes municipales salientes. Los juicios laborales están por venir.
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A propósito de excesos en el ejercicio de poder, quien seguirá padeciendo por largo tiempo sus abusos es David Sánchez Guevara, exalcalde de Naucalpan, que ya suma tres acusaciones por el delito de peculado. Lo que parece inadmisible es que haya actuado en solitario, o mejor dicho, nadie se explica cómo hasta ahora no han caído otros funcionarios municipales que le acompañaron en la toma de decisiones de su trienio. El priísta estará largo rato en la cárcel mientras se define su situación jurídica de las acusaciones que se le siguen acumulando.
Nadie duda del pillaje que haya cometido David Sánchez Guevara, que todo apunta se despachó con la cuchara grande, sino en las formas que han usado para inculparlo, bajo dos circunstancias particulares: el PRI perdió la alcaldía de Naucalpan y lo encarcelaron 48 horas antes de que pudiera hacerse del fuero como diputado federal. Parece que fue un desacato personal la razón para mandarlo a prisión.
Para disipar la sospecha de que se trata de una venganza política, las autoridades responsables deberían emprender auditorías sobre otros gobiernos municipales que dejaron un desaseo descomunal en las haciendas locales. No obstante, a veces pesan más las componendas políticas que el daño patrimonial que generaron muchos alcaldes salientes.
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