Toluca, Edomex. 12 de octubre de 2015.- El escultor Jesús Nonato Barrón fue detenido el pasado lunes 5 de octubre en Metepec, junto con otros familiares, entre quienes se encontraban tres mujeres y dos menores de edad. La comunidad cultural ha expresado su honda preocupación por lo que consideran una “injusta” captura, a partir de un abuso cometido por los agentes que custodiaban la seguridad de Isael Montoya Arce, titular de Instituciones de Seguridad Pública del Estado de México. En un acto de violencia injustificada, en la reyerta se dejó heridos de bala a dos de los familiares.
Por parte de artistas e intelectuales mexiquenses, han exigido que por institucionalidad y lealtad ética, el también exconsejero electoral, Isael Montoya Arce aclare su participación en los hechos, y se desista de sus acusaciones. En este turbio caso, la ciudadanía exige información y, desde luego, justicia. Las protestas ya también alcanzaron al secretario de Cultura, Eduardo Gasca, sin que haya existido una respuesta favorable para el artista mexiquense. Aunque se pide no mezclar su perfil cultural con lo jurídico, está claro que el asunto se ha politizado favoreciendo al funcionario público en medio de una profunda sospecha de injusticia.
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Este mes de octubre se licitarán los trabajos de nivelación y limpieza del terreno del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM). En el primer paquete de licitación ya han mostrado su interés alrededor de 68 empresas para participar en la construcción de la nueva terminal aérea. En este paquete se realizarán obras de carga, acarreo y descarga, fuera del polígono, del material que produzcan las demoliciones, los desperdicios y el desazolve.
Para este concurso sólo participan empresas nacionales que llevarán a cabo la nivelación del terreno. Además se incluyen la construcción de caminos provisionales de acceso que permitirán el movimiento de material de las obras. Las obras que se contratarán corresponden a la etapa preliminar de la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco. Las obras se desarrollarán sobre una superficie de mil 100 hectáreas, la cual será necesario limpiar, desazolvar y nivelar para construir sobre ella las pistas y el edificio terminal.
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El caso Tlatlaya continúa siendo una herida abierta para el Estado de México. A pesar de los compromisos de Eruviel Ávila por solventar las violaciones a los derechos humanos, no ha existido ni castigo a los responsables ni resarcimiento a las víctimas. Por si fuera poco, el titular de la Sedena, Salvador Cienfuegos ha tenido una desafortunada intervención mediática reciente, que lo muestra insensible e iracundo, en la que defiende y justifica las ejecuciones extrajudiciales acreditas por diversos peritajes en el lugar. El funcionario federal arrastra en esa crisis la responsabilidad de mandatario estatal.
Tlatlaya perseguirá a Eruviel como el caso Atenco arrastró a Peña Nieto. Aun cuando la principal responsabilidad apunta a militares, las autoridades mexiquenses fueron cómplices y omisas. Ávila ha preferido la complacencia que el reclamo o el castigo. Los organismos internacionales han fustigado en las últimas semanas la vulnerabilidad de los derechos humanos en el país, en el que resaltan dos escenarios: Ayotzinapa y Tlatlaya. En gran medida, el futuro político de Eruviel depende de su capacidad de respuesta y reacción.
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