Toluca, Edomex; 12 de mayo
de 2025.- La obstinación del rector Carlos Eduardo Barrera Díaz ha salido muy
costosa para la UAEMex. La elección de rectora ha quedado suspendida y en
suspenso. Pasará a la historia frente a la incapacidad -como muchos de sus antecesores-
de no poder imponer a su delfín político; pero sobre todo, de abandonar el
cargo sin siquiera completar la elección sucesoria. Desencajado, ayer se
presentó a sesión de Consejo Universitario, para asumir el costo político -al
fin- de tener que posponer la elección de rectora. Con la derrota a cuestas,
tras semanas de crisis institucional.
La declinación de
Eréndira Fierro Moreno no fue sorpresiva. Esta decisión se valoró en las
oficinas de Rectoría desde hace más de un mes. La campaña no avanzaba con sus
expectativas. El golpeteo político y mediático se intensificó pese a los
intentos de cerco informativo. Las sugerencias de que Eréndira debía retirarse
de la contienda venían desde adentro y afuera. Ella se imaginaba rectora y
peleó hasta el final su aspiración. Sin embargo, las movilizaciones de las últimas
semanas, la hicieron insostenible. No es la demócrata del proceso. Fue víctima
de su campaña anticipada y de los “dados cargados” que pretendieron normalizar.
El hilo se quebró por lo más delgado.
En las últimas horas, se
han desatado especulaciones sobre el rector sustituto, interino o encargado del
despacho. Grupos de interés de la UAEMex han soltado nombres para medir la
opinión de la comunidad universitaria. Los que han surgido en las últimas
horas, ya han ocupado cargos en gabinetes pasados. El propósito es que este
rector interino, abra una mesa de diálogo con las asambleas estudiantiles, y
genere las condiciones para concluir con el proceso electivo pendiente. Ahí
donde prevalecen cinco aspirantes: Laura Benhumea, María José Bernáldez,
Dolores Durán, Maricruz Moreno y Patricia Zarza.
En esa ecuación, no se
descarta a Juvenal Vargas, recién renunciado como director general de Educación
Superior; fungió como secretario de Rectoría con Alfredo Barrera Baca. Ahí
también ha surgido el nombre de Manuel Hernández Luna, secretario de Rectoría
en la gestión de Eduardo Gasca; actualmente representante de Maricruz Moreno ante
la Comisión Especial Electoral. A esa lista se agrega Hiram Piña Libién,
abogado general en el rectorado de Jorge Olvera y actual consejero académico de
la Facultad de Derecho; y Carlos Arriaga Jordán, quien también ya fue
secretario de Investigación y Estudios Avanzados.
Serán días largos y
aciagos para el final de este rectorado. Carlos Eduardo Barrera no tiene
pensado renunciar a su encargo. Restan menos de 72 horas para concluir su
gestión. Difícilmente será recordado por haber pagado la deuda con el Issemym,
o cualquiera otro de los logros que pretendió instaurar en su mandato. A la
distancia, la memoria histórica universitaria lo juzgará por los últimos dos
meses de su administración. En medio de un proceso electoral convulso,
movilizaciones estudiantiles, el contenido de un audio que todavía no se
aclara, y una ausencia cuestionable e inaceptable para quien ejerce un cargo
público.