Manlio Fabio Beltrones –según las encuestas más recientes- se encuentra a “años luz” de distancia de Enrique Peña Nieto, en las preferencias entre priístas para obtener la candidatura presidencial. Sin embargo, por su trayectoria, su perfil y sus vínculos políticos está convencido de que no cederá la candidatura presidencial al grupo Atlacomulco, como si fuera una decisión de facto. El coordinador senatorial priísta está convencido que su mejor aliado es el PAN, y que un golpe letal hacia el todavía mandatario mexiquense será clave para alimentar sus aspiraciones electorales. Beltrones algo sabe, y por eso apuesta.
Ayer, Beltrones llevó a cabo su informe de actividades legislativas como presidente del Senado de la República. No recurrió a eventos faraónicos, sino a una transmisión vía Internet, donde contestó diversas interrogantes de los cibernautas. No hubo invitados, ni grandes foros para su organización. Tampoco se trató de un monologo, sino de un diálogo con sus seguidores en redes sociales como Facebook y twitter. Una producción televisiva austera, que lo conectó con grupos de jóvenes, periodistas y ciudadanos, y no sólo con la cúpula partidista, y los grupos de poder que se acostumbra entre los políticos.
El colmilludo senador priísta, buscará que su informe sirva de comparativo para ver cómo se efectúa el sexto y último informe de gobierno que ya prepara el gobernador Enrique Peña, con miles de invitados, y un derroche de recursos para su despedida formal de la administración mexiquense. El teatro Morelos será el foro desde donde Peña Nieto intentará mostrar su músculo político, alejado de la sociedad mexiquense, a quien en teoría debiera rendir cuentas, y claro con una producción televisiva que destina a las grandes empresas para cuidar su imagen personal, y privilegiar su transmisión masiva.
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La efervescencia electoral a partir de este miércoles tomará un nuevo rumbo. Las elecciones en Michoacán serán del interés de los tres partidos políticos más importantes del país. Para el PRD, de la mano de Silvano Aureoles le representa retener su bastión político más importantes después del Distrito Federal. En el PAN, los reflectores son esenciales por la candidatura de Luisa María Calderón –hermana del Presidente- que se juega en parte el prestigio y la aprobación ciudadana de la gestión del gobierno federal. Y en el PRI, buscarán arrebatar otra gubernatura a la oposición, junto con Fausto Vallejo.
La colindancia de Michoacán con el Estado de México refuerza la operación política que ejercerá el priísmo mexiquense para buscar la sorpresa electoral. Lo cierto es que la maquinaria del perredismo –influenciado por el cardenismo puro- aceitada a lo largo de la última década hace pensar que será muy difícil que le arrebaten el poder. El PAN ya prepara revivir el expediente de Julio César Godoy –el medio hermano del actual gobernador- para demostrar sus vínculos con el crimen organizado, y que en un efecto “colateral” se refleje un crecimiento en la intención del voto a favor de Cocoa Calderón.
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Hace unas semanas, se hablaba de un gabinete de transición, la conformación del equipo de trabajo de Eruviel Ávila al inicio de su mandato. Hoy se habla que la lista de ratificaciones se ha limitado a dos espacios de la gestión estatal. Hagan sus apuestas, la especulación es el plato nuestro de cada día, de aquí y hasta el 15 de septiembre.
