Los trabajos de entrega – recepción se han acelerado en la administración mexiquense. Se limpian las evidencias que pudieran dar lugar a malos manejos de los recursos públicos. El escándalo que envuelve al ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, ha encendido los focos amarillos en el Estado de México. La reestructura de la deuda promovida por Luis Videgaray Caso apenas redujo a 28 mil millones los pasivos de las finanzas mexiquenses. Los resultados no son muy halagadores a pesar de que la tecnocracia mexiquense quiera hacer parecer otra cosa.
El círculo de Enrique Peña se mantiene intranquilo. El primer golpe ha venido directamente a la figura de Humberto Moreira, dirigente nacional e identificado con Enrique Peña Nieto. Aunque en la lista podrían seguir el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien era el plan inicial de Peña para dirigir los destinos del PRI nacional; y en la mirilla también se menciona al ex mandatario de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, actual secretario técnico del Consejo Político Nacional del PRI. La cloaca que salpica por doquier, ha encendido el ventilador desde la Secretaría de Hacienda, y es desde la PGR donde se diseñan los puntos cruciales de la estrategia.
El gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto está próximo a convertirse en mortal. El próximo 15 de septiembre entregará la estafeta a Eruviel Ávila. El ex alcalde de Ecatepec, recibirá un gobierno sostenido con alfileres, en el que difícilmente podrá operar con libertad. Lo primero será cubrir las espaldas de quien se va, y esperar la andanada que pudiera tener preparada el gobierno federal. Hace seis años, por experiencia, Enrique Peña enfrentó un desafío similar cuando vinieron los mísiles que acabaron con la ilusión presidencial del ex mandatario Arturo Montiel.
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El hallazgo de cinco cadáveres en una fosa clandestina ocurrido el pasado sábado, da una dimensión de la ola de violencia en el Estado de México. Aunque esa realidad no formará parte de la propaganda del último informe de gobierno de Enrique Peña Nieto, es algo inocultable. Los niveles de criminalidad son comparables con los de la frontera norte, a pesar de las múltiples conferencias de presan del procurador Alfredo Castillo Cervantes. La impunidad, sigue siendo un signo característico de quienes imponen su propia ley en el Estado de México.
Los fines de semana no son los mejores aliados del Procurador de Justicia Estatal. Hace un par de semanas lo marcó el asesinato del alcalde de Zacualpan Eduviges Nava Altamirano. Y ahora, una narcofosa le quitó el sueño y la tranquilidad. Otro fin de semana que debe recordar Alfredo Castillo, fue hace ya más de un año, cuando él era subprocurador –bajo el mando de Alberto Bazbaz- y se reportó la desaparición de una niña llamada Paulette. Afredo Castillo fue el responsable de investigar tan inverosímil caso que concluyó que se trató de una muerte accidental.
Por demás misterioso también resultó que se hayan suspendido las labores de búsqueda de más cadáveres durante el domingo, y cuyos trabajos serán reanudados este lunes. Quizá se deba a la poca confianza que Alfredo Castillo tiene en la policía ministerial. Lo cierto es que se le debe hacer una recomendación, que a la zona del hallazgo macabro lleve perros policía que identifiquen cuerpos sin vida, y que revisen bien en la vivienda, incluso, debajo de las camas!!!
