Toluca, Edomex; 10 de noviembre de 2025.- La verdadera evaluación que pueda recibir el gobierno de Delfina Gómez se podrá medir en las elecciones de 2027. Para ese momento, la mandataria estatal habrá recorrido prácticamente dos tercios de su sexenio. Los votantes tendrán en la boleta electoral la decisión para mantener o rechazar la amplia mayoría morenista en municipios y distritos. Como dicen los expertos, no hay mejor encuesta que las elecciones.
Y sí, no sólo se trata de calificar la gestión delfinista. También influirá el desgaste del poder de las decenas de municipios morenistas; algunos muy cuestionados y al borde de la ingobernabilidad, pero que políticamente pasan por la supervisión y el control de la gubernatura. La omisión también es responsabilidad. Los alcaldes morenistas antes de ganar la elección, pasaron por la aprobación de quienes despachan en Palacio de Gobierno.
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Jorge Romero y Ricardo Anaya estuvieron de visita por Huixquilucan. Se reunieron con el senador de los votos priístas, Enrique Vargas. Si el PAN realmente está pensando en un relanzamiento, debería analizar que la última elección fue un desastre para el panismo en el Estado de México. Los únicos municipios que ganaron -Huixquilucan incluido-, fueron mérito de los alcaldes que lograron reelegirse (Atizapán de Zaragoza y Metepec); pero las derrotas sufridas fueron producto de una muy mala directriz y una pésima operación electoral, asumida desde hace tres elecciones por el varguismo.
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En el PRD siguen reconstruyendo el desastre electoral de los últimos años. Paso a paso, cada fin de semana, se dedican a instalar comités municipales en el Estado de México. Su condición actual, tiene un reto enorme, pues como partido político local carecen de una estructura nacional -en términos de organización, presupuesto y difusión-. Desde el análisis más funcional para su futuro de mediano plazo, su principal encomienda será mantener el registro en los comicios intermedios de 2027. Si de paso, logran ganar municipios o distritos locales, habrá sido una hazaña, frente a sus malos resultados.
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Ganar premios por parte de gobiernos municipales no siempre se refleja en mejores servicios públicos. Desde hace algunos años, alcaldes y alcaldesas contratan consultorías que les asesoran para obtener todo tipo de premios nacionales e internacionales sobre programas y acciones. Lo cierto es que, alcanzar esos galardones son meramente un trofeo mediático. En las colonias y en las delegaciones, los habitantes padecen de calles en mal estado, un alumbrado deficiente, una recolección de basura intermitente, una seguridad pública inoperante, etcétera. Los galardones se topan con la realidad.
