Toluca, Edomex. 7 de agosto de 2015.- Carolina Monroy es una mujer cercana al presidente Enrique Peña, por afectos, lealtad y sangre. Su ungimiento como secretaria general del PRI la posiciona en la más alta esfera nacional. Carolina no será una figura decorativa en el edificio de Insurgentes norte, muy por el contrario, está convocada para convertirse en un contrapeso de Manlio Fabio Beltrones. La exalcaldesa de Metepec es desde ahora una seria aspirante a la gubernatura mexiquense. Reúne la ascendencia genealógica, los vínculos políticos los afectos necesarios.
Arturo Montiel la ve como una hija política. Carolina es una hechura propia. Fue en el montielismo donde recibió el arropo político de su carrera. Arturo devolvió a Carolina la formación política que le prodigó el tío de ésta, Juan Monroy, reconocido como el mentor de Montiel.
Alfredo del Mazo tiene sus afectos afianzados en Carolina, su sobrina y parte del orgullo familiar. La tradición política por abarcarlo todo, consolida a Carolina como la cuña predilecta del Grupo Atlacomulco para encabezar la dirigencia nacional priísta. Del Mazo ve en Carolina, la consolidación de un proyecto político encumbrado en Enrique Peña.
César Camacho Quiroz tampoco le regatea afectos. Carolina concilió con César el gobierno municipal de Metepec que está por concluir. Mientras Carolina se desempeñó como alcaldesa de Metepec -municipio que gobernó César en 1993-, le dio cobijo a Mariano Camacho -hijo del aún dirigente nacional del PRI- como regidor municipal.
Emilio Chuayffet le tiene una alta estima. Carolina Monroy y Ernesto Nemer consolidaron en su tiempo un matrimonio de prosapia política. Monroy ha sabido conservar una relación cercana y afectuosa con la clase libanesa. Chuayffet tiene en Carolina sus confianzas y también sus lealtades.
Enrique Peña Nieto es primo segundo de Carolina Monroy. Juntos ascendieron en la pirámide del poder político en el montielato. Mientras Peña se convertía en gobernador, Carolina ascendía a la primera línea de su gabinete. En las dos más recientes elecciones, acompañó el proyecto político de Peña desde distintas trincheras. Si Carolina está por convertirse en secretaria general del PRI, es decisión unipersonal de Enrique Peña.
Los motivos sobran para entender que el ungimiento de Carolina Monroy tiene complacidos a al menos cinco exgobernadores del Estado de México. Ya sea por su formación política, su origen familiar, su lealtad partidista o sus vínculos familiares. Por las mismas razones, nadie debe descuidar el futuro de Carolina en la toma de decisiones que suponen las sucesiones de 2017 y 2018.
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