OFF THE RECORD 04-10-2024
Toluca, Edomex; 4 de
octubre de 2024.- Este sábado, Clara Brugada asumirá el cargo de jefa de
gobierno de la Ciudad de México. En esa coyuntura, su ascenso al poder
representa una condición única. Es la primera vez desde que se elige al jefe de
gobierno, en que un mismo partido político tendrá la dominancia de la
Presidencia de la República, la Ciudad de México y el Estado de México. Otro
aspecto a favor es que, ni Delfina ni Brugada se encontrarían en el ánimo de
tener aspiraciones -aunque futuras- hacia una postulación en 2030.
Conforme a los planes y
proyectos del iniciado gobierno de Sheinbaum, ahora sí no habrá límites
territoriales ni enconos políticos para impulsar una agenda metropolitana en
materia de seguridad pública, movilidad, agua potable, entre otros. Ahí, el gobierno
de Delfina Gómez deberá demostrar su capacidad para construir una agenda común.
Las acciones de altas expectativas generadas por Sheinbaum deberán acompañarse
de una enorme inversión pública, que deberá comenzar a conocerse en el proyecto
presupuestal del año entrante.
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Alcaldes electos morenistas
que ganaron en municipios prianistas realizan una estrategia de posicionamiento
político. Con el pretexto de realizar giras de “agradecimiento” por su triunfo
electoral, los morenistas se mantienen vigentes los siete largos meses que deben
esperar para asumir su encargo público. En esos recorridos, movilizan a sus
estructuras partidistas; y de paso, van replanteando lo que serán sus primeras
acciones en el gobierno municipal.
Mientras alcaldes
priístas y panistas que en muchos de esos casos perdieron la reelección, transitan
con un enorme desgaste de poder a cuestas: ya sea por la derrota en las urnas,
por el deterioro que hay en decenas de calles repletas de baches y una compleja
situación financiera para el cierre de su administración. Su único propósito es
dar su último informe en diciembre, y evitar que exista una cacería de brujas
cuando apaguen la luz el último día del año.
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La Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó a Alejandro Moreno
y Carolina Viggiano como los dirigentes nacionales del priísmo, por lo que ambos
podrán continuar con su tarea extendida al frente del partido. Son muy malas
noticias para los grupos internos que pretendían su remoción, a partir de
demostrar su reelección de forma ilegal e ilegítima. Ahí se incluye la
corriente del peñismo que encabeza Aurelio Nuño. Quizá cuando concluya la
presidencia de Alito ya ni siquiera haya partido que dirigir.
En el caso del Estado de
México, quienes resultan más beneficiados son Cristina Ruiz, Ana Lilia Herrera
y Eduardo Zarzosa; en ese mismo orden. Los tres mexiquenses han recibido un
trato preferencial por parte de Alito. La puerta está abierta para que Cristina
incida en el priísmo estatal desde la CNOP; para que Ana Lilia pueda aspirar a
ser electa estatutariamente por cuatro años; y que Zarzosa presuma su cercanía
con el dirigente nacional a favor de sus intereses.