Toluca, Edomex; 2 de
julio de 2025.- Si la vocación política de Isidro Rogel es retardar lo más
posible, ya sea el levantamiento del paro estudiantil y la conclusión del
proceso electivo, vaya que lo está haciendo de la mejor manera posible. Las
prácticas dilatorias puestas en marcha en las mesas de diálogo con el Enjambre
Estudiantil parecen una muestra inequívoca de no ceder un ápice en sus posturas,
entre consultas, análisis, mesas pospuestas y más trámites burocráticos y
protocolos legaloides para estar sin avances. Los acuerdos rayan en la ambigüedad,
para no comprometerse en la solución del conflicto. El paro estudiantil es la
consecuencia, y no la causa. Es el síntoma, pero no la enfermedad. Sin embargo,
Isidro no parece tener el remedio ni la voluntad.
Rogel ayer de plano
decidió no entrar a la mesa de diálogo. Era tan clara su falta de atención, que
en una sesión que se discutiría y se debería redactar una propuesta de reforma,
Patricia Varela -abogada general-, simplemente no se presentó al encuentro con
los estudiantes. Prevaleció la simulación de un diálogo sordo. Raymundo Marcial
se presentó y tampoco entró. La misma ruta siguieron Bárbara Dimas y Fernanda
Ballesteros. El Enjambre mantiene el veto a Ulises Velázquez. Prohibió la entrada
a Raúl Juárez. Y ya señaló a Hiram Piña para abstenerse de estar en próximas
sesiones. Jorge Vázquez Caicedo entraba y salía de rectoría, pero nunca se
despegó de su teléfono celular. La burocracia universitaria ha renunciado a su
responsabilidad de solucionar el problema.
Los escoltas de Isidro Rogel
rebasan sus funciones. Intimidan al Enjambre mientras les toman fotografías. Parecen
actos de provocación y demuestran la insensibilidad política. El desdén de las
autoridades universitarias se hace evidente cuando prefieren irse a la
comodidad de su escritorio. Los enviados de la Codhem sólo fueron a tomar
cafecito y la fotografía del recuerdo. De discursos no están hechas las
respuestas. Los resultados de la consulta, se prometieron subir a una liga de
internet desde la semana pasada, y no hay nada. El informe que ayer fue leído,
sería difundido terminada la mesa de diálogo, y tampoco sucedió. Todo apunta a
que en el interinato le apuestan a la desmemoria: y es mejor no olvidar que el
origen y destino se llama Carlos Eduardo Barrera Díaz.
Aunque la autoridad
universitaria se asume respetuosa de los tiempos, las formas y las normas, se
deben advertir tres plazos que parecen fatales: en dos semanas, inicia el
periodo vacacional al interior de la UAEMex, con la incertidumbre de la conclusión
del ciclo académico. Dentro de un mes -el 4 de agosto-, se tiene contemplado el
inicio del nuevo semestre escolar. Le restan 40 días al interinato de Isidro
Rogel. Pese a la ruta crítica marcada en el calendario, al Maximato del
barrerismo parece no correrle prisa por ofrecer soluciones. Sobra decir que,
tras la reforma al estatuto universitario, vendrá la entrega del pliego
petitorio, y la verdadera negociación de las demandas estudiantiles. A eso se
debe agregar, la adecuación a las bases y al calendario de una eventual
elección y designación de rectora para el periodo 2025 – 2029.