Toluca, Edomex; 1 de junio de 2022.- Ayer en la sede del PRI de Metepec, coincidieron tres aspirantes a la gubernatura, quienes caminarán por separado en los próximos meses. Carolina Monroy, Ana Lilia Herrera y Laura Barrera, con sus propios vínculos políticos, hacen lo necesario en la competencia sucesoria.
Entre Herrera y Monroy anteceden diferencias políticas irreconciliables, desde que la primera le heredó el poder a la segunda. Laura, por su parte, ha marcado distancia de Ana, según se ha evidenciado en eventos públicos, para dejar claro que camina en solitario. No hubo fotografía de ellas, juntas en el partido.
Lo que es innegable es la ascendencia política que ejerce Monroy en el priísmo metepequense; en donde lo mismo incide en el gobierno municipal, que en los órganos del partido. Los lazos consanguíneos pesan en el régimen delmacista.
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Vaya escenario electoral evidenciado durante las últimas semanas. Alejandro Moreno, el dirigente nacional del PRI, parece insostenible en el cargo. Ya nadie quisiera la presencia del campechano en el cierre de campaña. Mientras en la acera de enfrente, los morenistas encabezados por Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, van y vienen en los seis estados donde habrá comicios el domingo.
Con esa misma lógica, se puede anticipar que, para las elecciones del Estado de México en 2023, quien sea el candidato morenista tendrá como su principal encomienda estar arropado por Sheinbaum, Marcelo, y de paso por Adán Augusto, que se ha convertido en el operador electoral por excelencia. Y quien sea el abanderado prianista, se resistirá a la presencia de Alito en campaña.
Las elecciones del 5 de junio, tendrá saldos positivos y negativos en el Estado de México. Hay actores de todos los partidos que buscarán sacar provecho político de los resultados del domingo. Algunos otros, también tratarán de deslindarse de la derrota. Lo cierto es que, a un año de la elección mexiquense, comenzará la etapa más crítica para definir a los candidatos a la gubernatura de todos los partidos o alianzas que contenderán en la sucesión de 2023.
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La Fiscalía General de Justicia del Estado de México puede ser omisa en los temas que lastiman a los mexiquenses: las desapariciones y los feminicidios; el constante robo en el transporte público; los secuestros y extorsiones en zonas asediadas por el crimen organizado; y muchos otros delitos de alto impacto.
Su prioridad, tal parece, se concentra en subirse a asuntos mediáticos, y se le hizo buena idea subirse al tren sobre el asalto de playeras de los diablos rojos del Toluca, el cual se cometió en Veracruz; y por si fuera poco, en algunas redes sociales, ya se ofertan los uniformes perdidos, sin respuesta de la autoridad.
Asumió como propio un problema ajeno, mientras los delincuentes se burlan de quienes dicen procurar justicia, vendiendo productos robados. Mal y de malas.
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