Redacción
Pese a que en marzo de 2008, los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard acordaron el cierre definitivo del tiradero del Bordo de Xochiaca y la apertura de un nuevo basurero metropolitano para el cual se destinaron inicialmente 300 millones de pesos, a casi cuatro años de distancia el Distrito Federal enfrenta uno de los más severos problemas para el depósito de sus desechos sólidos y junto con el Estado de México busca alternativas para su tratamiento; mientras que los recursos financieros inexplicablemente no fueron usados para los fines planteados inicialmente.
El 13 de marzo de 2008, los gobiernos del estado de México y del Distrito Federal firmaron un convenio metropolitano que incluía 30 obras, las cuales se ejecutarían con recursos del Fondo Metropolitano, el cual ascendía a los tres mil 30 millones de pesos.
Entre las obras a construir, Peña Nieto y Ebrard anunciaron la edificación de un relleno sanitario metropolitano, que se ubicaría en el estado de México y que recibiría las 12 mil toneladas de basura diaria que se generan en el Distrito Federal. Para la primera etapa se dijo, se tendría una inversión de 340 millones de pesos; mientras que el tiradero del Bordo de Xochiaca cerraría en diciembre de 2008.
Sin embargo, las contradicciones entre los gobiernos surgieron de inmediato. Ebrard aseguraba que el relleno se ubicaría en el estado de México, de acuerdo a las disposiciones de la entidad y la pretensión es que el manejo sea con las tecnologías más avanzadas. En tanto, Peña Nieto dijo que aún no había definición del espacio, e incluso habló de construir dos rellenos, uno en el territorio mexiquense y otro en el Distrito Federal.
A la fecha, recién cerrado el bordo de Xochiaca ubicado en Nezahualcóyotl, el gobierno del Distrito Federal busca alternativas emergentes para depositar su basura, que asciende a poco más de 12 mil toneladas de desechos diariamente, los cuales han encontrado destino final en tiraderos del Estado de México en municipios como Xonacatlán, Ixtapaluca y Cuautitlán Izcalli.
No obstante, los gobiernos municipales han manifestado su profundo rechazo a un manejo permanente de los residuos sólidos que se generan en la capital del país, pues tal circunstancia reduciría de forma pronunciada la vida útil de sus rellenos sanitarios. En tanto, el gobernador de la entidad, Eruviel Ávila Villegas ha anunciado que se deberá ser solidario con la administración capitalina y se prevé que antes de que concluya el mes de enero se presente un Plan Integral para el tratamiento de desechos sólidos.
Hasta el momento, tanto el gobierno del Estado de México como del Distrito Federal han omitido los acuerdos metropolitanos en la materia, a los que se había llegado en los años 2007 y 2008, donde inclusive se comprometieron fondos económicos por encima de los 300 millones de pesos para ubicar el sitio del nuevo relleno sanitario, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento certero del destino final de tales recursos.
En ese entonces, los encargados de las finanzas de ambos gobiernos eran Luis Videgaray Caso –actual coordinador de campaña de Enrique Peña-; y Mario Delgado –actual secretario de educación del Distrito Federal-. Ambos también tienen en común haber aspirado a la sucesión electoral de sus respectivos jefes políticos, pero se quedaron en la orilla por su falta de militancia e identificación en sus respectivos partidos políticos.