Redacción
El estado de México ha dejado de ser un lugar seguro para las mujeres. Las estadísticas no mienten ni tampoco las decenas de organizaciones civiles que catalogan a ésta —la entidad más poblada del país—, como la más peligrosa para las féminas.
Ningún estado tiene un porcentaje tan alto de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia, como el estado de México. Aquí, casi el 55 por ciento ha sufrido violencia física, emocional, sexual o económica por un 43% de la media nacional.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México inició en el último año casi dos mil averiguaciones previas por el delito de violación, donde la víctima es una mujer. Hace cinco años, se iniciaban poco más de 730, lo que indica que la incidencia se ha incrementado casi al triple.
No obstante, para las organizaciones sociales el número de violaciones que se cometen a diario en la entidad es mucho mayor. Las activistas que protegen los derechos de las mujeres han externado que los casos se duplican, ya que muchas de las víctimas todavía se resisten a denunciar este tipo de agresiones.
No sólo las organizaciones civiles consideran que la problemática de violencia en la entidad contra las mujeres es alarmante. Algunas instituciones oficiales lo han empezado a reconocer, como el Consejo Estatal para la Población que revela que en el estado existen más de dos millones de mujeres mayores de 15 años que han sufrido hechos de violencia, de los cuales, un millón 381 mil han sido por abuso sexual.
La misma dependencia afirma que el número de víctimas que han aceptado haber sufrido violencia intrafamiliar es de casi 900 mil mujeres, de las cuales, el 60 por ciento eran casadas o vivían en unión libre, y 27 por ciento eran solteras.
En este tenor, el Consejo Estatal para la Mujer, reconoció que sólo el año pasado, más de 300 mujeres recurrieron a la figura del divorcio exprés para alejarse de su pareja y el motivo principal para otorgarles la disolución matrimonial fue precisamente la violencia y el maltrato intrafamiliar.
El feminicidio, considerado como la manifestación más extrema de la conducta de violencia que padecen las mujeres en la entidad, sigue siendo preocupante. Desde que se tipificó este delito en el código penal en marzo del 2011, se tienen contabilizados 120 casos, de los cuales el 25 por ciento sigue sin resolverse.
Pero también siguen ocurriendo homicidios dolosos contra las mujeres. En dos años suman más de 500 casos donde no se ha podido comprobar que la muerte haya tenido como motivación la agresión de la mujer, por el simple hecho de ser mujer.
Para concluir, el tema de las desapariciones de mujeres es apabullante. Más de mil 900 mujeres han sido reportadas como desaparecidas ante la Procuraduría, pero de ellas mil lo han hecho sin dejar rastro, sólo de 2010 a la fecha.
Con estos números, ¿alguien se atreve a decir que el estado es seguro para las mujeres?
