Redacción
La disputa por las ruinas en que se encuentra el Partido Acción Nacional (PAN) en el estado de México, va en aumento. En la última semana la confrontación entre el bloque que comanda el diputado Ulises Ramírez contra el grupo de los Bravo Boys ha escalado de tal manera que, literalmente, integrantes de uno y otro bando ya no se pueden ver ni en pintura.
Y mientras el conflicto entre el panismo mexiquense escala, la indiferencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que encabeza Gustavo Madero hacia lo que sucede en la entidad crece.
Han pasado más de 50 días desde que se realizó la contienda para renovar la dirigencia estatal, donde Oscar Sánchez Juárez, del bloque de Ulises Ramírez, ganó la elección por un voto de diferencia sobre Jorge Insunza, impulsado por los Bravo Boys y a la fecha el CEN no ha podido emitir un resolutivo al respecto. En síntesis, ha ignorado la lucha encarnizada entre los dos bloques estatales por el control del partido.
Anoche, y tras una semana llena acusaciones de uno y otro bando, Oscar Sánchez Juárez acudió a la sede estatal del PAN y se asumió como nuevo presidente del PAN en el Estado de México. Sus detractores, entiéndase los Bravo Boys, ahora encabezados por el diputado local Enrique Vargas, acusaron a Sánchez de violar la normatividad del partido y advirtieron que la conducta asumida por el incondicional de Ulises Ramírez puede terminar en la expulsión del partido.
“Simplemente no puede asumir un cargo, porque la elección no ha sido calificada por el CEN, como lo señalan los estatutos y su presunto triunfo no ha sido ratificado” dijo Vargas.
En contraparte, Sánchez Juárez dijo que jurídicamente no había impedimentos para asumir la dirigencia estatal, ya que el periodo para el cual fue electo Octavio Germán Olivares había terminado, y él, al haber ganado la contienda por la dirigencia le correspondía sucederlo en el cargo.
El albazo, como calificaron los Bravo Boys la acción de Sánchez Juárez contó con el aval de Germán Olivares, quien también es incondicional de Ulises Ramírez , pero para guardar las formas, convocó de urgencia a una conferencia de prensa para este miércoles, donde señalará que su periodo como presidente concluyó y es urgente que el CEN tome cartas en el asunto, para poder entregar el partido a un nuevo presidente.
Los Bravo Boys insistieron en que el madruguete de Sánchez Juárez es a todas luces ilegal. Anunciaron que lo denunciarán por “el asalto a la dirigencia” y promoverán recursos ante el partido para que lo expulsen de las filas de Acción Nacional.
Lo cierto, es que para una parte del panismo mexiquense, el líder del partido en el estado es Oscar Sánchez Juárez, pero para otros, sigue siendo Germán Olivares, quien ya no quiere saber nada de la dirigencia.
Y mientras todo esto ocurre, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero y su Comité Ejecutivo Nacional seguían sin inmutarse.