Redacción
“De la mano de la gente”, rezaba el slogan de los candidatos priístas que hace 18 meses buscaban el voto para convertirse en alcaldes, los mismos que entre este lunes y el próximo miércoles, estarán obligados por ley a rendir sus respectivos informes de labores, aunque cada vez más alejados de la gente, esa que prometieron acompañar y atender sus demandas mientras duraron las campañas electorales.
Hoy más que nunca, las autoridades locales parecen haber perdido el rumbo. En Toluca, por ejemplo, la alcaldesa Martha Hilda González Calderón ha padecido una crisis de seguridad pública, donde la violencia ha disparado sus índices en los primeros once meses de gestión, en gran medida atribuida a ejecuciones vinculadas a bandas del crimen organizado. La apuesta de la capital mexiquense se concentra en que los gobiernos federal y estatal vayan al rescate del desastre en que está sumido Toluca.
Tlalnepantla, municipio ubicado en el Valle de México, parece ya estar acostumbrado al escándalo de sus autoridades locales. Hoy, la administración que encabeza Pablo Basáñez lo confirma, quien ha cobijado al grupo político de Mendoza, quien se dice es el poder detrás del trono. El despilfarro financiero, ya sea para la compra de camionetas blindadas o pretender una cocina de ¡5 millones de pesos! para El Torito del municipio, han caracterizado al gobierno municipal, en lo que parece un exceso que no va de la mano de la gente.
En Ecatepec, la tierra natal del Gobernador Eruviel Ávila, no pasa por su mejor momento. Pablo Bedolla ha encabezado un Ayuntamiento inercial, sin capacidad de respuesta ante lo apremiante. La población ecatepense apuesta a que Eruviel no deje a la suerte el destino del municipio, y eso podría ser el rescate de un gobierno poco hábil.
Sin embargo, a casi un año de que iniciaron las administraciones municipales, hay contadas excepciones. Carolina Monroy del Mazo, la ex directora del Instituto Mexiquense de Cultura, le ha apostado al turismo cultural en Metepec, con la intención es promover un municipio que atraiga la inversión, que potencie el fomento a la cultura y que en esa base reconstruya el tejido social, con la apuesta de contrarrestar la inseguridad.
Huixquilucan, con Carlos Iriarte ha desligado al municipio de la alerta policíaca. Ya no han resonado el asentamiento de narcotraficantes en la zona residencial, donde antes se detuvieron en los últimos años a la Mano con Ojos y el Indio, o en cuyo lugar, atrajo la atención por el caso Paulette. Iriarte, especializado en asuntos de seguridad pública, parece haber aprendido la lección en sus anteriores encomiendas.
Por mientras, hoy Eruviel Ávila estará en los informes de Tultitlán, que encabeza la priísta Sandra Méndez –identificada con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray en su paso por San Lázaro-, el ya mencionado caso de Pablo Basáñez en Tlalnepantla, y Carlos Iriarte, con quien le une el indiscutible mentor de ambos, Arturo Montiel.