Redacción
La creación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana reducirá el trabajo de operación política de la actual Secretaría General de Gobierno encabezada por Ernesto Nemer Álvarez, al desmantalerla del aparato policíaco y de inteligencia -conformado por cerca de 15 mil efectivos- que actualmente constituyen la Agencia de Seguridad Estatal, creada hace cinco años durante la gestión del ex gobernador Enrique Peña Nieto.
Al igual que ocurrió con la Secretaría de Gobernación durante el foxismo, impulsor de la Secretaría de Seguridad Pública -a manos de Alejandro Gertz Manero- se establece que el margen de maniobra de la dependencia ubicada en Bucareli, quedó reducida a una simple «Oficialía de Partes» para recibir documentación relacionada con la gobernabilidad y la política interna del país. Sin embargo, se detectó un debilitamiento de su operación como resultado de que el aparato de inteligencia se redujo al mínimo, y las facultades de seguridad interna prácticamente son inaplicables frente a la separación de la Policía Federal.
El esquema ya rebasado, y calificado por los priístas como un «fracaso rotundo» de la política panista en materia de seguridad nacional y pública parece repetirse en el Estado de México. Incluso en la plataforma electoral del PRI hacia la Presidencia de la República -en puntos coincidentes que empujan Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones- se establece la necesidad de robustecer a la Secretaría de Gobernación, devolviéndole las facultades en materia de Seguridad Pública.
No obstante, en la legislatura mexiquense avanza el proyecto impulsado por el gobernador Eruviel Ávila Villegas para crear la Secretaría de Seguridad Ciudana -la cual sería encabezada por Salvador Neme Sastré-, quien ha reconocido su desconocimiento e inexperiencia en el tema de la seguridad pública, pero al cual le «aprende rápido», según declaró a medios de comunicación en días pasados.
Por detrás de la secretaría de Educación, que aglutina a casi 100 mil maestros -entre los sindicalizados al Estado de México y al SNTE-; la nueva secretaría de Seguridad Ciudadana sería la segunda en densidad administrativa con casi 14 mil elementos de la Policía Estatal. A ello, habría que sumar que las áreas de inteligencia con que cuenta actualmente la Secretaría General de Gobierno también serían transferidas a la nueva dependencia; junto con las correspondientes a Protección Civil y Prevención y Readaptación Social, que se encarga de la administración de las 22 cárceles estatales y el Tutelar para Menores ubicado en Zinacantepec.
Mientras que en la secretaría General de Gobierno, sólo se administrarían situaciones de control político, a través de tres subsecretarías ubicadas en el Valle de Toluca, Valle de México y Zona Oriente. El titular de dicha dependencia, Ernesto Nemer Álvarez -ex precandidato a la gubernatura mexiquense- sería un mero interlocutor con los actores políticos de la entidad, y la reducida presencia de la oposición en la legislatura estatal, donde de no encontrar consensos, se impone la mayoría priísta de la mano de sus aliados políticos PANAL y PVEM.
El papel administrativo de la Secretaría General de Gobierno será más un articulador de los esfuerzos que emprenda el gabinete de Eruviel Ávila Villegas; mientras que el desmantelamiento significativo de sus facultades operativas será el factor de mayor impacto al interior de la estructura gubernamental.
Por lo demás, no se esperan cambios sustanciales en la ejecución de políticas públicas por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cuya dependencia viene operando con las mismas sinergias desde hace décadas.
Incluso los mandos medios y superiores no han presentado cambios significativos, desde un pasado reciente, cuando era dirección general de Seguridad Pública y Tránsito a cargo de Carlos Iriarte Mercado y Luis Rivera López durante el montielismo; o bien con la creada Agencia de Seguridad Estatal -en febrero de 2006- bajo el mando de Wilfrido Robledo Madrid, Héctor Jiménez Baca, Germán Garcíamoreno Ávila y David Garay Maldonado en el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto.
