Ricardo Moreno*
El ser humano se distingue por su enorme capacidad de adaptación.
Desde su aparición en la tierra, el ser humano ha desarrollado todas sus capacidades para poder superar las adversidades que se le presentan. De esta forma, por ejemplo, ha podido construir ciudades, desarrollarse y vivir con todo confort aún en las zonas más frías del planeta o en los calores más abrazadores. Ha podido también alimentarse, pasando de ser un recolector a un agricultor y con ello asentarse y dejar de ser nómada.
Esta capacidad humana, ahora llamada pomposamente resiliencia, se torna en una cualidad cada vez más utilizada por el ser humano en lo cotidiano pues los cambios, no solo naturales sino en todos los órdenes de la vida, lo ponen a prueba. El individuo humano cruza por un momento de alta competitividad entre los seres de su especie y esto lo lleva a la innovación y a la resiliencia para encontrar soluciones a problemas complejos.
En la política pasa exactamente lo mismo. Los seres humanos buscan encontrar todo tipo de soluciones para enfrentar los nuevos fenómenos sociales y ofrecerlos al electorado como parte de sus idearios y sus ofertas electorales. En solo unas cuantas décadas el mundo ha cambiado, muestra de ellos es el paradigma del mundo bipolar y el desarrollo de una economía globalizada en un ambiente de digitalización y predominio de los medios de comunicación. Las redes sociales y los mensajes que se transmiten en forma inmediata son muestra de ello.
Así lo hemos constatado, por ejemplo, el día de la pasada elección en seis entidades del país, -donde Morena se alzó con una victoria contundente- bajo cualquier estudio medianamente serio se puede afirmar que la Coalición “Va por México” y los partidos que la integran sufrieron un enorme retroceso electoral. Sin embargo, el poder de resiliencia de sus dirigentes, ha tratado de hacer ver que lograron una victoria.
No se trata solamente de percepción. Desde las elecciones del 2021, no lograron conquistar la mayoría de la Cámara de Diputados ni la mayoría de las gubernaturas que se pusieron en juego. Han perdido el apoyo de millones de electores y esto se refleja en las urnas nuevamente; sin embargo y pese a todo, los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD festinan su derrota y pretenden que se perciba en la opinión pública como un triunfo.
Todo parece indicar que Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano están empezando a adaptarse a la derrota y viven felices en ese ambiente. Sin duda el mensaje que mandaron a la población es que son ya individuos resilientes con la derrota. La persiguen, la obtienen y la festinan. ¡Vaya mediocridad!
* Ha sido diputado federal y local. Se ha desempeñado como representante de MORENA ante el instituto electoral del Estado de México. Fue secretario del Ayuntamiento de Toluca de 2019 a 2020.
Twitter: @rimoba