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Frente otomí. Defensa de tierras.

Forman frente común en zona otomí contra proyectos carreteros

Frente otomí. Defensa de tierras.

Redacción

Varias comunidades otomíes asentadas en la cuenca del Alto Lerma resolvieron ayer formar un frente común para defender sus tierras y los recursos naturales que hay en ellas, ante la amenaza que representan los proyectos carreteros de cuota que impulsa el gobierno mexiquense en Lerma, Xalatlaco, Tianguistenco y Texcalyacac, entre otros.

Convocados por el Frente de Pueblos en Defensa de la Madre Tierra, más de cien indígenas de esta etnia asentados en una treintena de comunidades acordaron, ayer, en una asamblea realizada en Toluca, emprender una defensa conjunta para evitar la degradación de su entorno, que ayuda, en gran medida a la captación de agua que luego se extrae para consumo del Distrito Federal.

A raíz del enfrentamiento que sostuvieron los pobladores de San Francisco Xochicuautla, en Lerma, la semana pasada con la policía estatal a raíz de la oposición de los vecinos a la construcción de la autopista Toluca- Naucalpan, los otomíes decidieron unir fuerzas para contrarrestar el embate de las autoridades y de empresas que pretenden hacer “jugosos negocios” con las tierras que por años han cuidado.

En suma más de 30 poblaciones decidieron unirse para impedir que progresen los proyectos carreteros, además de una serie de obras, como la instalación de confinamientos de residuos sólidos y la expansión de la industria en la zona del Alto Lerma para evitar la polución.

Los vecinos tendrán el respaldo de organizaciones sociales como el movimiento #Yosoy132, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, entre otras, para impedir el avance de las obras.

Por lo pronto, la prioridad es detener la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan, que tiene un avance del 65 por ciento y que ya amenaza las tierras comunales de Xochicuautla, y el área natural protegida conocida como El Santuario del Agua y el Parque Otomí-Mexica, todas ubicadas en Lerma.

A decir de los pobladores de Xochicuautla, las máquinas están a menos de dos kilómetros de sus tierras y la idea es impedir que se realicen obras que afecten esta zona considerada vital para la recarga del acuífero del Lerma.

También han prendido la alerta ante la posible reactivación de la autopista Lerma-Tres Marías, que se construiría sobre las Ciénegas del Lerma y el Bosque de Agua ubicado en Xalatlaco y Texcalyacac.

Comuneros de ambos municipios se dijeron en pie de lucha para preservar los recursos naturales que por años han permitido un equilibrio ecológico en la región.

También se tiene preocupación por el posible anuncio de una carretera que uniría la zona de Salazar, atrás de la Marquesa  con Lerma, en un proyecto que pretende unir el valle de Toluca con la zona donde últimamente se han edificado planteles de escuelas privadas de educación superior, chalets de descanso y algunos clubs de equitación.

“No se trata de proyectos de desarrollo, sino de negocios realizados al amparo de la complicidad de las autoridades federales y estatales”, dijo Octavio Rosas, de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales.

“Hemos acordado mantener un espacio abierto de coordinación entre todas las luchas y espacios, con el fin de solidarizarnos unos con otros, acopiar información sobre las agresiones que el gobierno y las empresas han lanzado en nuestra contra y, así, defendernos mejor en el plano jurídico, político, cultural y social”, dijo José Luis Fernández de Xochicuautla, quien dejó en claro que las protestas y acciones que se realicen en defensa de los recursos naturales y tradiciones de la región se harán de manera pacífica.

Los pobladores de Xochicuautla también denunciaron el hostigamiento del que son objeto de parte de funcionarios del gobierno del estado, que los siguen y graban y amedrentan con la presencia de la policía ministerial cerca de donde se encuentran, ya sea alrededor de sus domicilios o en los lugares donde se reúnen para acordar acciones contra las autopistas.