Redacción
El virtual candidato ganador de la contienda presidencial, Enrique Peña Nieto aseguró que el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila Villegas es parte de la renovación generacional que experimentó el Partido Revolucionario Institucional tras su derrota en el año 2000, lo que le permitió reorganizarse y alcanzar la victoria en la elección presidencial del pasado 1 de julio.
En entrevista exclusiva con el diario La Jornada, Peña Nieto explicó que el PRI nunca se fue del poder, al establecer que luego de la elección del 2000, el PRI debió prepararse con una nueva generación política, de la cual dijo, forma parte su sucesor Eruviel Ávila aunque “puede verse cascareado”, pero que reflejaron en su conjunto perfiles distintos en las candidaturas del priísmo.
El ex mandatario estatal reconoció que el PRI aún no asume los cambios para contar con una estructura interna que le permita contar con mayor competitividad electoral.
El originario de Atlacomulco sostuvo que fue el priísmo, el partido “que mejor se preparó, a punta de golpes y derrotas, hay que decirlo, y esto se refleja en los perfiles de los candidatos postulados desde entonces que, sin tener larga trayectoria partidista, sí pertenecen a una nueva generación política”.
Como si se tratara de una victoria personal, Peña Nieto pone como ejemplo el Estado de México, donde “tuvimos un candidato a gobernador con trayectoria política, pero al mismo tiempo de una nueva generación. Eruviel (Ávila) puede verse cascareado, pero tiene 43 años. Mientras que PAN y PRD tuvieron en esa elección a los mismos candidatos de 20 años atrás”.
Para el hoy virtual presidente electo de México, el fenómeno de una nueva generación de políticos se repitió en la elección presidencial de este año. Sin hacer alusión de su perfil, o de su edad, si achaca el “reciclaje” del candidato de la izquierda Andrés Manuel López Obrador”.
“Y las figuras de los otros partidos en esta elección, bueno, con todo respeto, el del PRD es el de hace seis años”, añadió.
Enrique Peña dejó abierta incluso la posibilidad para que el PRI experimente el cuarto cambio de nombre de su historia, tras admitir la necesidad de enfrentar cambios estructurales.
“El PRI tiene la oportunidad de hacer cambios estructurales. Tanto como de nombre, no sé. No tengo una posición, pero sé que no debe decidirse en forma caprichosa o unilateral”, comentó.