Todo se lo debe a su mánager
Por Israel Dávila
Sus movimientos y hasta los gestos están estudiados; sus palabras calculadas. Así es Enrique Peña Nieto. Sus asesores le han dado la capacidad al priísta, puntero en las encuestas por la carrera presidencial, de poder fascinar y convencer a las audiencias.
A diferencia de lo que muchos auguraban, el ex mandatario mexiquense no se ha desdibujado. Lejos de achicarse o de perder reflectores en los medios, hoy Peña Nieto luce más fuerte y está en todos los escaparates.
Para bien o para mal, el originario de Atlacomulco sigue llegando planas de periódicos o minutos en radio o en televisión, ya no sólo en México, sino en el extranjero.
Ahora es frecuente ver entrevistas o artículos que hablen de quien hasta hace seis años era un perfecto desconocido para la clase política nacional. Un día es el Financial Times, al otro el New York Times, o bien, el Miami Herald. Su nombre también ha ganado espacios en El País y Le Monde.
Está en portadas de revistas y lo mejor para él, es que sigue siendo tema de conversación. Todo mundo habla y comenta lo que dice y hace.
Nada de esto hubiera sido posible sin su amplio grupo de estrategas que lo asesoran gran parte del día. Peña Nieto es como un nerd de la política; capaz de escuchar los consejos de los expertos y llevarlos a la práctica de la mejor manera.
El priísta sabe qué fibras tocar si está con correligionarios; si se encuentra con empresarios, conoce con qué endulzarles los oídos; si tiene enfrente a una multitud de mujeres, tiene la fórmula para seducirlas, e incluso sabe como torear a los adversarios políticos u opositores.Ha aprendido a conducirse de mejor manera ante la prensa, tiene el timing de cuando hablar de determinado tema y cuando callar.
Aunque la discusión de la reforma política no lo ha dejado muy bien parado, por su oposición a la reelección de legisladores y alcaldes y su rechazo a la revocación del mandato, se ha metido al tema con su propuesta de reducir cien legisladores plurinominales, planteamiento hecho con anterioridad por su contrincante interno Manlio Fabio Beltrones y por el presidente Felipe Calderón, pero ninguno logró el impacto que obtuvo el hecho de que saliera por la boca de Enrique Peña Nieto.
Lo mismo sucedió con la propuesta que externó en entrevista con el Financial Times y que retomó en la pasada Cumbre de Negocios, de abrir Petróleos Mexicanos a la iniciativa privada. El tema lo colocó en la agenda y hoy por hoy, es de los que más se debaten en los cafés empresariales y políticos.
Sus palabras ante los integrantes de la CIRT, (Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión), de que la necesidad acabar con la sobre regulación electoral producto de la reforma del 2007, tuvieron más impacto que las de su contrincante panista Josefina Vázquez Mota.
Sus oponentes no han logrado minar su popularidad y su preferencia electoral a mes y medio de que dejó la gubernatura. Su contrincante interno, Manlio Fabio Beltrones, más que perjudicarlo lo ha ayudado, al obligarlo a exponer sus primeras ideas de gobierno. Para algunos, los medios lo siguen sobredimensionando y ahora hasta los que no le daban voz, le han permitido ocupar su nota principal.
La duda que surge, es si un tipo tan estudiado y calculado es capaz de equivocarse y echar a perder lo que casi tiene en la bolsa. Tiene la ventaja de mirarse en el espejo de Andrés Manuel López Obrador.