Redacción
Ante la Cumbre de Líderes de América del Norte, el Partido de la Revolución Democrática advirtió a los mandatarios de Estados Unidos, Barack Obama y de Canadá, Stephen Harper, que la apertura del sector energético en el país no es definitiva, tras insistir en que la resolución final deberá darse acompañada de una “consulta popular” a realizarse el año entrante.
En Toluca, donde se desarrolla la reunión trilateral entre Obama, Harper y Peña Nieto, cerca de tres mil perredistas realizaron un mitin para expresar su rechazo absoluto a la reforma de los hidrocarburos que representa a su decir la entrega de los recursos naturales al capital extranjero.
El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho señaló que la verdadera intención de la Cumbre de Líderes de América que se desarrollará en Toluca es que los mandatarios de Estados Unidos y Canadá “le coloquen una estrellita a Enrique Peña por haber impulsado e impuesto en el Congreso de la Unión a través del PRI y sus aliados la reforma energética que abre la puerta a la inversión de capital privado en el sector petrolero y de electricidad”.
En el evento, desarrollado en la explanada del Mercado Juárez, asistieron diputados federales y locales del PRD, así como dirigentes locales y nacionales.
“Aparentemente (la Cumbre) es un encuentro para tratar otros asuntos, pero sabemos que en esas reuniones privadas que sostendrán los presidentes y los empresarios, lo que está en realidad en las mesas de negociación es nuestro petróleo, pero por eso queremos que les quede claro a los mandatarios que la única forma de resolver el problema de Pemex no es entre las cuatro paredes del Congreso de la Unión, sino a través de una consulta ciudadana, por lo que la última palabra para este tema la tiene el pueblo”, insistió.
Aproximadamente a tres kilómetros del centro de Toluca, donde se celebra la Cumbre de Líderes de América del Norte, el PRD desarrolló sin ningún incidente su protesta a la visita de Barack Obama a la capital mexiquense, sólo con quejas de que varios contingentes de perredistas no pudieron llegar a Toluca por impedimento de la policía estatal.