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El Manual de Maquiavelo

El plan transexenal de Montiel

 

Por: Francisco Ledesma

 

Uno de los temas más recurrentes tras el debate del pasado miércoles entre los aspirantes a la gubernatura mexiquense, fue la referencia de Eruviel Ávila hacia el ex gobernador Arturo Montiel.

 

La relación no es casual, tiene toda lógica y sentido, porque Eruviel Ávila creció políticamente durante el sexenio montielista, en los tiempos que el PRI mexiquense era dirigido por Isidro Pastor Medrano, y que en 2003 se la jugó emblemáticamente con tres candidatos jóvenes: César Gómez Monge en Naucalpan, que salió derrotado en las urnas contra Angélica Moya Marín –alfil político de Luis Felipe Bravo Mena-; David Korenfeld Federman en Huixquilucan –actual secretario de Agua y Obra Pública- y Eruviel Ávila en Ecatepec.

 

A partir de ahí, Eruviel Ávila encaminó su carrera política hasta convertirse hoy en candidato a la gubernatura, para cuya nominación se vuelve innegable el respaldo montielista, quien también hace seis años determinó que su sucesor fuera Enrique Peña Nieto, con el poder unívoco que otorga la gubernatura.

 

Si alguien duda de ese poder transexenal de Arturo Montiel, debe revisar los equipos de trabajo de Enrique Peña y de Eruviel Ávila. Por ejemplo, el segundo hombre de confianza para Peña Nieto es Luis Miranda Nava, quien debutó en el gobierno mexiquense con Montiel, de quien fue subsecretario de asuntos jurídicos, y posteriormente secretario de Administración. Hoy ejerce el cargo de Secretario General de Gobierno.

 

Si se revisa el gabinete saliente de Montiel, se podrá corroborar que a seis años de distancia sobreviven en el mismo Laura Barrera Fortoul –actual directora del DIFEM- y Fernando Maldonado Hernández –hoy secretario del Trabajo-. En San Lázaro, por ejemplo, el ex procurador de justicia, Alfonso Navarrete hoy ocupa la presidencia de la comisión de presupuesto y cuenta pública; y Manuel Cadena Morales –ex secretario general de gobierno- funge como presidente de la comisión de Derechos Humanos.

 

A nivel municipal no se debe olvidar a Ana Lilia Herrera Anzaldo, alcaldesa de Metepec. En la legislatura local a Miguel Sámano Peralta –ex secretario particular- hoy enfundado como diputado del Partido Verde Ecologista. Y la lista resulta interminable de figuras identificadas con el montielismo, y que parecen alfiles claves en el proyecto presidencial de Peña Nieto.

 

Pese a que se habló de distanciamientos entre Montiel y Peña Nieto, los hechos parecen mitificar esa versión. Lo cierto es que Montiel trabajó desde el inicio de su mandato en un proyecto transexenal dando origen al famoso grupo de los Golden Boy´s que parecen detentar el poder desde 1999, y perpetuarse en esa circunstancia hasta el 2017. Sin indicio que pueda impedirlo.

 

Del otro lado de la moneda, en el equipo de Eruviel Ávila también sobresalen los colaboradores que se encumbraron durante el montielismo. Su actual coordinador de evaluación, Carlos Cadena –hijo de Manuel Cadena- representa la herencia dinástica de la política, respondiendo en su conjunto a los intereses del ex mandatario mexiquense.

 

En esa misma oficina, se destaca el nombre de Andrés Fernández, parte del llamado “círculo rojo” del montielismo. Un operador político de gran experiencia electoral, desde 1999 cuando llevó al triunfo a Montiel, repitió la encomienda en 2005 en la elección de Peña Nieto, y hoy hace los enjuagues para conseguir la victoria de Eruviel Ávila pero 12 años después.

 

Es recurrente la presencia en actos de campaña de Eruviel Ávila de personajes ligados al montielismo. Tal es el caso de Carlos Rello Lara, coordinador financiero en la campaña de Montiel, y posteriormente secretario de Desarrollo Económico. Rello fue involucrado en la investigación que abrió la PGR contra el ex gobernador por presunto enriquecimiento ilícito, hoy está en la parte reivindicatoria de su vida política.

 

En esa misma circunstancia se encuentran los hermanos Heberto y Jaime Barrera Velázquez –padre y tío de Laura Barrera- originarios de Villa del Carbón. Heberto declinó a favor de Montiel en las precampañas electorales de 1999. La catástrofe priísta le impidió ser senador en el 2000, pero Montiel le dio refugio como secretario de Desarrollo Agropecuario. Jaime, durante mucho tiempo director de la Junta de Caminos, también está de vuelta.

 

En síntesis, pese a la falta de una aparición pública de Arturo Montiel, es innegable que su proyecto transexenal está en marcha. Aunque el candidato priísta lo niegue bíblicamente tres ocasiones, sus lazos políticos con el montielismo son indivisibles, inocultables e inevitables.

 

Ningún ex gobernador como Arturo Montiel tiene tanta influencia en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y seguramente tampoco nadie influirá tanto en el posible mandato de Eruviel Ávila Villegas.

 

La tenebra

 

Los debates han generado una plagada de elogios de los priístas, panistas y perredistas a sus respectivos candidatos. La clase política mexicana no ha evolucionado, pese a su supuesto rejuvenecimiento. Lo que le hace falta a los políticos de este país, y en particular a quienes pretende gobernar el Estado de México es la autocrítica. Cuando eso ocurra, se podrá acabar con las simulaciones de los gobiernos, y las falsas realidades que ellos suponen.

 

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