El cisma electoral
Francisco Ledesma
Han pasado 12 días de ocurrida la jornada comicial, y el Instituto Electoral del Estado de México ha sido incapaz de otorgar certeza a la elección de Nezahualcóyotl. Al cierre de esta edición, el órgano electoral se disponía a reanudar el cómputo supletorio para concluir el recuento de votos, que podría derivar en la declaratoria de validez o invalidez de la elección, en un proceso plagado de anomalías, y con una profunda crisis institucional sin remedio.
Sea cual sea el resultado, el Consejo General del IEEM enfrenta un escenario adverso, porque pruebas videográficas muestran una alteración de paquetes electorales, reconocida tanto por representantes del PRI como del PRD. A una semana de que brotó la imposibilidad de llevar a cabo el cómputo municipal, el órgano comicial del estado ha sido incapaz de dar explicaciones al electorado de Nezahualcóyotl. El asunto ha tomado un interés nacional inimaginable.
Hace casi siete años, en plena elección de gobernador en 2005, el Instituto Electoral Estatal debió renovarse sumido en un escándalo de presunta corrupción en la asignación de contratos. Años más tarde, María Luisa Farrera Paniagua se dijo víctima de un atentado, cuyas investigaciones concluyeron que había sido una autoflagelación, y el IEEM también se envolvió en una historia de enredos, que laceró su institucionalidad.
Hoy, las condiciones no parecen muy distintas. En un hecho sin precedentes, el Instituto Electoral ha rebasado ya los tiempos que tenía para completar el cómputo supletorio. No sólo eso, los consejeros electorales han sido incapaces de dar explicaciones sobre las irregularidades denunciadas. Entre consejeros han mostrado además un distanciamiento y profundos desacuerdos.
Desde la elección de gobernador en el estado, en el año 2011, los partidos políticos en su mayoría mostraron su inconformidad frente a los consejeros electorales por su autocomplacencia. Enquistados en esa posición de poder, los integrantes del IEEM han mostrado omisión y negligencia. En más de una ocasión, los magistrados del tribunal electoral les han corregido la plana.
Después de que se determine la salida al proceso electoral de Nezahualcóyotl, los partidos políticos tendrán el argumento idóneo para exigir la renovación del Consejo General del IEEM. Los consejeros tienen la credibilidad resquebrajada, la certeza en la elección municipal de Neza está vulnerada, la legalidad podría ser sorteada bajo las interpretaciones jurídicas de la ley, lo que estará en duda es la legitimidad de las autoridades electas.
Lo que hoy padece el órgano electoral, va más allá de que responden a facciones partidistas. Hoy está en entredicho el resguardo de la paquetería electoral, la confiabilidad de los procesos electorales, el respeto al voto, y la certeza de los comicios. Un municipio ha manchado en lo absoluto toda la elección, y eso vendrá en el argumento de las impugnaciones.
Lo que hoy sufre el Consejo General del IEEM es resultado de amplios silencios, y un crítico manejo de crisis. Frente al escándalo que les explotó en las manos desde el sábado anterior, hubo un nulo control de daños. Al IEEM no le importó, o simplemente despreció la gravedad de lo que se fraguaba en el conflicto postelectoral de Nezahualcóyotl.
El tema ha traspasado las fronteras. Jesús Zambrano y Alejandro Encinas han buscado capitalizar el escándalo de Neza con el escenario de impugnación federal. La importancia de Neza estriba en su población, al ser el segundo municipio más habitado del estado.
Pero lo dramático es que el tema ya forma parte de la agenda setting nacional. El seguimiento del cómputo de Neza es un tema recurrente en noticieros nacionales, y el IEEM parece inerme, inmutable, a pesar de que el instituto se despedaza por dentro. Los apostadores dan como un hecho la anulación de los comicios en Neza, pero eso no resolverá el fondo del problema.
El cisma electoral implica recuperar la credibilidad del Instituto Electoral del Estado de México, y eso obliga, a tener nuevos consejeros, con actitudes y capacidades distintas. El desgaste del órgano electoral hace insostenibles e impresentables a sus hoy integrantes.
La tenebra
El reciclaje político no sólo abarca a diputados y alcaldes. El karma también alcanza a los funcionarios electorales, ahí está el caso de Juan Carlos Villarreal, un servidor que va y viene del IEEM. Y sin embargo se mueve.