Francisco Ledesma / El cónclave universitario
El cónclave
universitario está convocado para el miércoles 14 de mayo. Ahí participan los
integrantes del Consejo Universitario para elegir a la primera rectora de la
UAEMex. En un paralelismo con la elección eclesiástica que en las próximas
semanas deberá definir al sucesor del Papa Francisco, los consejeros deberán ir
eliminando las piezas menos competitivas de la contienda, hasta quedarse con dos
finalistas. Y tras diversas rondas de votación, quien alcance la mayoría simple:
alrededor de 56 votos, será ungida como la primera rectora universitaria.
Entonces, saldrá humo blanco del edificio de Instituto Literario.
Hasta hace algunas
semanas, había en funciones 109 consejeros. Sin embargo, previo a salir de
vacaciones de Semana Santa, la rectoría decidió lanzar dos convocatorias para
elegir a los consejeros universitarios, docente y de alumnos, de los planteles de
preparatoria. La votación, sin mayor publicidad y enormes espacios de oscurantismo,
se ha desarrollado en la semana que transcurre.
Se estima, por tanto,
que en la elección del 14 de mayo, habrá 111 consejeros que, en esencia deberán
orientar su voto con base en la auscultación cuantitativa que se desarrollará
el lunes 12 de mayo. A partir de las reglas universitarias, las aspirantes
deberán lograr, al menos el respaldo de diez consejeros, para alcanzar la
nominación de ser candidatas ante el cónclave universitario: no se podrán tener
más de dos apoyos por espacio académico.
En ese primer filtro, en
medio de una votación inédita que no presenta hoy candidaturas únicas como el
pasado inmediato universitario, podrían ser descalificadas hasta la mitad de
las hoy aspirantes que desarrollan sus jornadas de promoción.
Independientemente del respaldo otorgado por los consejeros universitarios, la
votación final deberá estar influida por la opinión de los docentes, estudiantes
y trabajadores de sus espacios académicos.
Tras diversas rondas de elección,
se deberán eliminar las aspirantes menos votadas, hasta quedar dos finalistas.
Ahí, valdrán las alianzas políticas de las hoy aspirantes, quienes por la mañana
realizan comparecencias en grupos reducidos de los espacios universitarios,
pero por la tarde, operan lo necesario y lo suficiente, para sumar apoyos de
consejeros a su causa política.
En antaño, el rector en
turno mantenía una ascendencia política sobre toda su comunidad. Hoy, los
tiempos han cambiado. Desde la gestión de Alfredo Barrera, el rector perdió
control en las elecciones de sus espacios académicos, pues no siempre los candidatos
afines a rectoría ganaban. Y ni decirlo sobre los apoyos a la sucesión, donde los
rectores no han logrado incidir sobre sus favoritos, pues dice una premisa
política que, “quien pide (cargo) no puede poner (sucesor)”.
En paralelo, la
contienda ha sido tan desaseada, accidentada y vertiginosa, que los consejeros
han cambiado en este tránsito, sus afectos, sus preferencias y sus consideraciones
respecto del inicio del proceso para elegir rectora.
Las intrigas palaciegas
de los últimos días, han atropellado aún más el desarrollo y la definición del
cónclave universitario. Ni siquiera se han dado las condiciones de declinación
que, desde hace algunas semanas, se habían gestado en los círculos de poder
entre las aspirantes a la rectoría.
Nadie podría tener hoy
la certeza de tener 56 votos en el Consejo Universitario, menos aún con los
actos de traición que develan los escándalos que han manchado el proceso interno
de la UAEMex. Eso se refleja en la desesperación y la desesperanza de algunas aspirantes.
Si en política, las bardas no votan; en el cónclave universitario no serán
decisorios los auditorios llenos.
La auscultación
cuantitativa del 12 de mayo expresará las preferencias de la comunidad
universitaria, aquella motivada por las emociones y los afectos; pero como en
cualquier democracia, también podría derivar en un voto en cascada del voto de
castigo, de aquello que muestra repudio o rechazo mayoritario.
Y en la elección del 14
de mayo, con un voto secreto, por encima de los intentos de presión o de coacción,
que los consejeros universitarios hagan valer la opinión de sus espacios
académicos, y atender a las posibles alianzas políticas, esas que se han tejido
en las últimas semanas entre las aspirantes, por apoyar un proyecto hacia la
unción, cuando queden solamente dos finalistas.
Cuando salga el humo
blanco, y se logren esos 56 votos necesarios, se habrá consumado el Habemus Rectora.
La tenebra
Hace algunas semanas,
derivado de una petición personal de carácter periodístico, obtuve vía
transparencia la versión pública y oscura de la declaración patrimonial de Myrna
García Morón. Derivado de ese ejercicio informativo, otros medios digitales,
retomaron el trabajo -y aunque sin dar crédito al medio- publicaron la misma.
Lo ahí publicado no
forma parte de una estrategia concertada, ni de vendettas políticas. El león cree
que todos son de su condición. Defender lo indefendible los desnuda de cuerpo
entero. El que se sube, se pasea.