El nepotismo
Por: Francisco Ledesma
Como si se tratara de una regla no escrita, los designios de la política mexicana indican que el poder se hereda. A lo largo de la historia en México, y remitiéndonos a la época partidista que fundó el priísmo en 1929, la clase política del país, ha construidos gobiernos dinásticos que aunque ya no sorprenden aún laceran a la ciudadanía que los padece.
Quizá creedores de una herencia monárquica –fraguada desde la conquista española-, quienes ayer detentaron el poder, y quienes hoy lo ejercen, pugnan mediante cualquier artilugio y estratagema para que su grupo político, o en el escenario más deleznable su estirpe, permanezca en el poder. Para ello, sin duda se hace uso de recursos públicos, del clientelismo electoral, del favoritismo político, de la cargada, del dedazo y del nepotismo.
La semana que concluye, estuvo marcada entre otras cosas por la elección de Luisa María Calderón –hermana del presidente- como candidata a la gubernatura de Michoacán. Hubo mensajes cifrados desde Los Pinos, a las firmas que les son afines, para hacer notar que la autollamada “Cocoa” cuenta con trayectoria propia, que ha sido diputada local, diputada federal y hasta senadora durante el sexenio anterior.
Lo cierto es que la Cocoa se ha valido de su parentesco con Felipe Calderón para convertirse en esta ocasión en candidata panista. La línea trazada desde Los Pinos hacía impensable que la militancia conservadora del PAN se volcará a favor de Marko Cortés –identificado con la causa de Santiago Creel-. Era obvio, que la Cocoa se haría de la candidatura, y aunque no hay elementos de suficiencia probatoria, se especula que hubo dinero público trabajando para su causa electoral, lo que en los comicios legales pudiera sentar precedente.
Sin embargo, la agudeza del nepotismo –bajo el entendido de que Luisa María hace valer el poder de su hermano para obtener un favor político- no es un caso aislado para la política mexicana, ni para los actores que se sirven de ella. En la peor paradoja de lo posible, Michoacán es el uno de tantos ejemplos que sirven para entender que la dinastía calderonista sólo pretende una remembranza de lo que significa la familia Cárdenas para esa entidad.
Entre 1929 y 1931, los hermanos Lázaro y Dámaso Cárdenas del Río compartieron el poder, asentados en la gubernatura michoacana. Para el sexenio comprendido entre 1950 y 1956, Dámaso vuelve a la gubernatura, mientras que su hermano Lázaro ya había sido Presidente de la República. En la década de los ochenta, Cuauhtémoc Cárdenas –aún priísta- también se convierte en mandatario de la entidad mítica para el cardenismo. Y en 2001, ya enfundado como perredista, Lázaro Cárdenas Batel gana la gubernatura, y arrebata el poder al priísmo. El bastión dinástico se convierte en leyenda.
Los priístas, instauradores de las dinastías políticas, repiten las mismas fórmulas pese a los discursos simuladores que los presentan como una nueva generación. El vocero de tal aberración –bailarín por afición- y dirigente del PRI por designación, Humberto Moreira operó lo suficiente y tejió la necesario para que su hermano, Rubén Moreira se convirtiera en gobernador de Coahuila. En ese estado pues, habrán gobernado los Moreira casi 12 años, interrumpidos sólo por el interinato obligado de Jorge Torres López desde enero pasado.
Cuando los priístas o perredistas pretende descalificar a la Cocoa, no han visto que la democracia interna en sus partidos tampoco existe. Las decisiones cupulares, beneficios de grupo y coyunturas de facto, son las que cobran la factura en el destino político del país.
La democracia reducida a una actividad económica: Candidatos que se venden como productos de mercadotecnia. El voto ciudadano como un artículo que se compra. Los partidos satélite como franquicias que se alquilan. Medios de comunicación que se rentan. Y en ese gran negocio, un poder que se hereda. Ayer los Cárdenas, hoy los Moreira y mañana los Calderón, pero todos bajo la misma genética de la permanencia inerte en el poder político, al que ascendieron por dedazo, y pretenden heredar bajo la misma moneda.
En política, a veces los ataques mutuos funcionan como bumerán. Las declaraciones son balazos en el pie, que pueden dejar malherido a quien las profiere. Quien las cree, es porque tiene una memoria corta, o porque desconoce de su historia. Aunque una verdad absoluta es que el nepotismo, más allá de sus favorables o negativos resultados, existe en todas las instituciones políticas que hoy se presentan como mesiánicas para el 2012.
La tenebra
El próximo martes rendirá su segundo y último informe municipal. Aunque muchos daban por hecho que el último había sido en agosto pasado. Después del informe del gobernador Enrique Peña, presentará su licencia al cargo y hará maletas para incorporarse al gabinete de Eruviel Ávila. Ni tardo ni perezoso llegará a las oficinas que hoy ocupa Luis Miranda. De Interlomas para Toluca, no tardará más de 40 minutos.