El Manual de Maquiavelo 13-09-2024
Francisco Ledesma / Una oposición en descomposición
El bloque opositor del
PRIAN hoy se lamenta del avasallamiento de Morena y sus aliados para con toda celeridad
y el robusto aparato del régimen político se haya aprobado la reforma al Poder
Judicial, pero no hay el mínimo ápice de autocrítica para asumir su grado de
responsabilidad en el poder absoluto adquirido por el lopezobradorismo en los
últimos seis años en el espectro nacional.
Si la oposición hubiera tenido
una postura consecuente y de amplios horizontes de identidad social durante los
últimos seis años, quizá en la más reciente elección habría alcanzado mejores
resultados, y eventualmente, eso hubiera alcanzado para que el priísmo tuviera
más senadores -incluida su dirigente mexiquense, Ana Lilia Herrera-, sin tener
que lamentarse por la traición panista de los Yunes; y tener un contrapeso
suficiente fuerte en el Poder Legislativo.
Quieren vendernos la
idea de un Poder Judicial que sirve como contrapeso al Poder Ejecutivo, cuando
resulta que Carolina Viggiano tuvo su mayor cúspide política como presidenta
del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo en el sexenio de Osorio Chong, y
desde entonces, su carrera política tuvo un ascenso vertiginoso que ha
transitado desde su militancia priísta a prueba de todo.
Hoy el PRI presume de
que todos sus senadores y diputados federales votaron en contra de la reforma
al Poder Judicial, aun cuando los legisladores que son presentados en
conferencias de medios a nivel local -como una estrategia sistemática
nacional-, pocos argumentos tienen para asumir el sentido de sus votaciones y
sólo asienten con la cabeza las líneas discursivas de sus dirigentes y
delegados, ya que los perfiles políticos parecen sacados de una tómbola.
En el PAN mexiquense se
reivindica una dirigencia que se ha caracterizado por sus pésimos resultados, y
por asumir una toma de decisiones excluyente y que privilegia a las élites
políticas que han ocupado el control los últimos años.
Excusan que la alianza
opositora les ha dejado un saldo negativo, ya que advierten que el coaligarse
con el PRD les ha quitado decenas de regidores a nivel municipal, y miles de
pesos en las prerrogativas electorales que recibirán durante los próximos años:
la causa política verdadera de sus motivaciones.
Sin embargo, omiten que los
votos priístas les regalaron una senaduría que no merecieron en las urnas, porque
simplemente el PAN ha sido incapaz de tener un crecimiento en las votaciones de
los últimos veinte años, y mantienen los niveles de electores de hace tres
sexenios, con casi el doble de votantes.
Asumen que ser un
senador o diputado patriota es grabarse cuando se sube a tribuna unos segundos
para mostrar su voto en contra, o bien, mientras se canta a todo pulmón el himno
nacional, sin haber leído la totalidad de la reforma constitucional, porque
están inmersos en la instantaneidad que ofrecen las redes sociales, donde importan
más el engagement que los votos en las urnas.
Hoy el PAN nos quiere
recordar que es el partido de oposición con mayor número de votos, cuando no
puede convencer ni siquiera a los suyos de votar en bloque -ante la impericia
política de sus dirigentes y coordinadores-, y sobran los senadores que fueron
amenazados con el garrote político, porque en su mayoría tienen expedientes guardados
para cuando sean necesarios usarlos en su contra.
Esa es la oposición que
hoy nos advierte de los tiempos aciagos por la presunta amenaza de un poder sin
contrapesos, pero que en sus lugares de origen ejercen cacicazgos como verdaderos
dictadores que no están dispuestos a ceder sus parcelas de poder político, y su
esencia es inocultable para sus adversarios.
La tenebra
Ana Lilia Herrera
participará en un foro de formación política con la ponencia ¿Cómo ganar
elecciones? No estaría de más, si para el 2027 revisa un poco sus apuntes,
porque el 2 de junio no dieron resultado. Y así, muchos de sus participantes.