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El Manual de Maquiavelo 04-07-2025

Francisco Ledesma / El Enjambre, ya ganó

El Enjambre Estudiantil Unificado puede asumir hoy dos logros sustanciales que nadie podrá rebatirles, y que la comunidad universitaria deberá reconocerles en su legado histórico, por encima de aquellas voces que tratan de criminalizar su protesta o desdeñar desde las posiciones de poder sus causas legítimas.

 

Por un lado, el haber impedido -a partir de la toma pacífica de instalaciones universitarias- lo que era una anunciada imposición desde la estructura de poder uaemita, y que se encaminaba hacia una turbia elección que habría derivado, muy probablemente a la sucesión de Eréndira Fierro Moreno, en medio de un proceso electivo desigual, antidemocrático, opaco, inconsistente y bajo presiones institucionales que pretendían construir un Maximato en la toma de decisiones universitarias para los próximos cuatro años.

 

Por otra parte, haber modificado estructuralmente la manera en que se elegirá a la primera rectora universitaria; quitándole discrecionalidad y la decisión unánime a un Consejo Universitario poseedor de una elección secreta y autocrática -detentada en el rector en turno-, para otorgarle una ponderación inédita a la votación de estudiantes, docentes y personal administrativo; además de integrar a ésta, a los Centros Universitarios y Unidades Académicas, que hasta la fecha se mantienen excluidos de participación en el órgano colegiado.

 

Ambos logros, hubieran sido inimaginables sin el paro estudiantil iniciado desde el pasado 29 de abril, por lo que hoy más que nunca, la comunidad universitaria debería reconocerles su consecución en beneficio de una institución más democrática, con la capacidad de haberle cerrado el paso a la imposición que ya se alistaba en la rectoría uaemita; y que posibilitó la suspensión del proceso electivo, la renuncia de Carlos Barrera y la dimisión de Eréndira Fierro.

 

El tener una votación más democrática, también desmonta la narrativa de que la toma de decisiones podría venir desde agentes o entidades políticas externas, porque hoy más que nunca la decisión provendrá de la comunidad universitaria y de su autonomía, y ya no se reducirá al ungimiento del gobernador -hoy gobernadora- en turno, como ocurría en el pasado del régimen priísta.

 

Una vez que se esté en posibilidades de retomar el proceso electivo uaemita, se hará necesario retomar la elección con cinco aspirantes en competencia, reencauzar sus campañas que permita su posicionamiento e identificación entre la comunidad, y entender que no hay espacio para posiciones unilaterales, a las que el movimiento estudiantil cerró el paso en la víspera de la imposición. Tampoco debe abrirse la puerta a la continuidad de una administración, cuyas decisiones colapsaron la cotidianidad institucional de la UAEMex.

 

El Enjambre Estudiantil no podrá reducirse a un puñado de estudiantes que reventaron una elección viciada, sino que deberán ser parte del proceso de transición democrática de la UAEMex, a partir de que se atiendan sus demandas plasmadas en el Pliego Petitorio General, que deberá conocerse a la brevedad.

 

En el futuro inmediato, no hay espacio para liderazgos que hablen desde una posición de poder y desde una condición privilegiada de una burocracia dorada, como actualmente lo hacen en gran medida los integrantes de la Comisión para el Diálogo, quienes formaron parte del gabinete barrerista y apuestan por prácticas dilatorias que alarguen la sucesión de forma inexplicable e inaceptable.

 

Por encima de la elección de la rectoría, en manos de estudiantes, docentes y personal administrativo, no se trata de enarbolar discursos que abonen a la polarización, sino de la posibilidad de construir consensos con los diferentes grupos y las diversas voces que forman parte de la pluralidad ideológica y hasta política, y que constituyen la comunidad universitaria.

 

Más importante será reconocer las problemáticas institucionales, y tener la capacidad de hacer un equipo sólido con la apertura de escuchar al movimiento estudiantil que ha revolucionado una estructura de poder que parecía intacta.

 

La tenebra

La estructura de poder barrerista ha ocultado los resultados de la consulta para la reforma estatutaria. Se resiste a la derogación del artículo 43. Ha preferido eliminar las ligas de la reforma, antes que transparentar las opiniones de la comunidad universitaria. El acuerdo verbal de la última mesa de diálogo se ha incumplido. ¿Usted le cree a la votación electrónica de la UAEmex? Yo tampoco.