El gobierno del Estado de México lanzó un programa de fotomultas, cuyo funcionamiento ha sido puesto en duda por grandes sectores de la población, en la medida en que muchas de las infracciones levantadas en contra de automovilistas mexiquenses se fijan dentro de los límites de velocidad permitidos en las principales vialidades del Valle de Toluca.
Si bien, las llamadas fotomultas pretenden inhibir excesos de velocidad en las zonas urbanas que colindan la capital mexiquense, aunado a evitar actos de corrupción por parte de agentes de tránsito, en tanto que las infracciones son levantadas por medio de tecnología de punta, de entrada se ha demostrado que dichas medidas no resultan infalibles.

Las consecuencias de los conductores que no paguen las infracciones impuestas son inmediatas, pues quienes incumplan con tales disposiciones no podrán realizar la verificación vehicular de sus automóviles.
Hasta ahora, las fotomultas remitidas a los conductores mexiquenses datan sobre los primeros días de noviembre, por lo que el retraso es de casi 60 días respecto de la comisión de las infracciones a los límites de velocidad. En los casos en que las multas corresponden a los límites de velocidad permitidos serán anuladas, sin efectos a los conductores que las recibieron previamente.
En tanto, las autoridades no han disipado dudas sobre los miles de vehículos que circulan en el Valle de Toluca con placas del Distrito Federal, o incluso de otras entidades vecinas como Hidalgo, Michoacán, Guerrero y Querétaro. Tal parece que las fotomultas sólo podrían ser aplicables al padrón vehicular emplacado en el Estado de México, y es un asunto que deberá aclararse a la brevedad.
En una segunda etapa, ha comenzado a trascender la posibilidad de que la verificación vehicular será en breve, un requisito para circular en el Valle de Toluca, y es que hasta el momento, esta condición sólo es aplicable en municipios conurbados al Distrito Federal.
De confirmarse la especie, los automovilistas que desde hace tres años gozan de la exención del pago de tenencia vehicular, enfrentarán nuevas condiciones para circular en la zona metropolitana del valle de Toluca, bajo fotomultas que son impuestas por circular por encima de los 80 kilómetros por hora, y que serán condición obligada para verificar, sin la cual no podrán transitar en la entidad.
En el fondo, a 18 meses de una nueva elección en la entidad, parece que las autoridades estatales han encontrado los mecanismos para aumentar la capacidad recaudatoria.
Sin duda, la ciudadanía no se opone a respetar los límites de velocidad y cumplir con las condiciones ambientales para garantizar la circulación vehicular, lo cierto es que prevalece una sospecha sobre imposiciones y condicionantes sin un previo apercibimiento o avisos prestablecidos para los automovilistas.
La inconformidad social es tan legítima como el argumento gubernamental por imponer nuevas medidas de control a los límites de velocidad, así como a la verificación vehicular que se perfila como una obligación para quienes pretendan transitar en el Valle de Toluca, que se han convertido en una de las zonas metropolitanas más contaminadas del país, pero que no sólo mejorará sus condiciones ambientales con acciones coercitivas contra los automóviles particulares sin trastocar los intereses de industriales o de los vuelos privados que proliferan en la terminal aérea de la capital mexiquense.