¿Qué hará el Gran Elector? Por Israel Dávila
Decenas de veces he escuchado que el presidente Felipe Calderón es muy bueno en cuestiones electorales, que sabe cómo actuar ante circunstancias adversas y sobreponerse. La verdad poco he creído esa teoría, pues los resultados obtenidos por su partido en los últimos años no han dado no han muestra de ello.
Ahora Felipe Calderón tiene frente a si, la decisión más importante de su sexenio en términos político-partidistas: Definir al candidato presidencial de su partido para la contienda presidencial.
Parecería que minimizo la jornada electoral interna del próximo domingo en la que los militantes de Acción Nacional acudirán a las urnas para “elegir” al candidato presidencial y que descarto por completo que la decisión será única y exclusiva de los que ese día emitirán su voto por alguno de los precandidatos. Pues sí.
Por experiencia puedo sostener que en las elecciones internas en el PAN no son totalmente libres. Regularmente hay línea de grupos o personas para apoyar a tal o cual candidato o planilla. Sucede en las asambleas, como en los consejos de Acción Nacional y también en las contiendas internas.
En el PAN, como sucede en otros partidos siempre hay un “gran elector” que de alguna u otra manera hacen valer su decisión para que el electorado incline la balanza a favor de uno de los aspirantes.
De tal manera que el próximo domingo ganará la candidatura panista, aquel por el que finalmente se incline el presidente Calderón, porque tengo sospechas de que no habrá segunda vuelta el 19 de febrero, como lo marca la convocatoria del proceso interno del PAN, ante la urgencia de contar ya con un abanderado o abanderada, como lo tienen el PRI y los partidos de izquierda.
Si el presidente Calderón insiste en que Ernesto Cordero debe ser el abanderado del PAN, veremos a todo el aparato gubernamental y del partido volcarse a favor del ex secretario de Hacienda en las horas previas a la jornada del domingo.
Será el común denominador, como ya se ha detectado en Sonora, que funcionarios gubernamentales coaccionen apoyos a cambio de que se apoye a Ernesto Cordero en las urnas, o bien, veremos desfiles de despensas y otros apoyos a la militancia panista a favor del también ex secretario de Desarrollo Social. Será, como dijo ayer, Santiago Creel, una elección de Estado.
Pero si el presidente Calderón se inclina por Josefina Vázquez Mota, su círculo cercano tendrá que comer sapos y tendrán que abandonar, literalmente, la candidatura de Ernesto Cordero. Se detendrán apoyos y se operará para que para que la militancia se vuelque a las urnas para hacer ganar a la diputada federal con licencia.
A nadie sorprendería que ganará la candidatura del PAN Josefina Vázquez Mota, ya que las encuestas la marcan a ella como la más popular y competitiva de los aspirantes de Acción Nacional. Pero no ganaría por su desempeño en la precampaña, sino porque el presidente le habrá quitado el veto para abanderar al PAN el primero de julio.
Tampoco, nadie se podría dar por sorprendido si gana Cordero, a pesar de lo que dicen las encuestas. Lo único que sucedería es que se fortalecería la idea de que el ex secretario de Hacienda ganó porque así lo decidió Felipe Calderón.
Lo único que si sorprendería es un triunfo de Santiago Creel, quien ha luchado a contracorriente toda esta precampaña.
Sea cual sea la decisión de Calderón, el ganador tendrá que hacer algo extraordinario y arriesgar más de lo debido para dar alcance al puntero en las encuestas enrique Peña Nieto, a quien le dan una ventaja de 20 puntos porcentuales.
El triunfador del domingo tendrá además, el apoyo del presidente y del gobierno federal, quien ya ha iniciado su estrategia para desacreditar al PRI ante los electores, con las filtraciones por el decomiso de 25 millones de pesos en efectivo al gobierno de Veracruz, o bien con la especie de que existe un expediente abierto en contra de tres ex gobernadores del tricolor por vínculos con el narcotráfico.
No hay duda de que conforme se avance en la carrera presidencial y se acerque el final, los embates del gobierno federal contra el PRI serán mayores, y esto lo deberá aprovechar el abanderado del PAN siempre y cuando pueda conectar con un electorado, al que a cinco meses de la elección constitucional, aun parece muy lejano.