Supeditada a los demás
Por Israel Dávila
Desde el pasado 5 de febrero, cuando resultó electa como candidata del PAN a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota no ha hecho nada espectacular que la lleve a crecer en las preferencias electorales.
No se le ha visto arrojo o al menos una actitud proactiva que la lleve a escalar puntos entre el electorado y cuando arriesgó y apostó alto con un mega acto de toma de protesta, fracasó por la inexperiencia de sus cercanos en lides electorales.
Los sondeos de opinión en su conjunto muestran un estancamiento en el crecimiento de la candidata panista. Ya no crece como lo hizo tras el impulso que le dio ser electa como abanderada de Acción Nacional.
Las dos encuestas que daban una diferencia de solo un digito entre el puntero y la panista era fueron la excepción. Una pagada por el PAN y la otra elaborada por quien trabajo con el presidente Calderón. El resto de los ejercicios demoscópicos, la siguen ubicando entre 12 y 18 puntos de distancia con Peña Nieto.
Vázquez Mota parece estar supeditada a lo que haga el presidente Felipe Calderón para impulsar su candidatura, o a los errores que cometa el priista para cerrar esa brecha en la contienda electoral.
Espera que le cumplan la promesa de atrapar al delincuente más buscado de México y del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán para que la estrategia anticrimen emprendida por Calderón deje ser un pasivo y se convierta en un activo que empuje su candidatura.
Pero si en verdad quiere tener esperanzas de ganar la presidencia de la república, debe dejar de estar anclada a lo que hagan los demás.
La captura del narcotraficante, es muy probable que no ocurra. Si no lo han hecho en diez años, no hay garantía que lo hagan en los próximos meses. El golpe devastador que se espera se dispare contra el candidato priista Enrique Peña Nieto, puede que no llegue. Lo venimos esperando desde hace un año y no hay visos, por lo menos ahora, de que algo pueda estremecer la candidatura de Peña Nieto.
La entrega indiscriminada de obras que ha hecho en esta veda electoral el presidente, se acaba en unos días, como también terminará la difusión de logros del gobierno federal con el inicio de las campañas.
No tengo duda de que si Josefina aspira a ser la primera presidenta de México tiene que cambiar radicalmente su actuar. Debe ser más arriesgada, como nunca lo ha hecho. Debe lanzar propuestas innovadoras y atractivas, que den de qué hablar. Debe marcar la agenda de la campaña y llevar la mano en el debate. Tiene frente a sí 90 días para dar una cara distinta a la que le conocemos.
Si Josefina no lo hace, será muy complicado que tenga éxito. Le quedan 15 días, para tomar la decisión si sale o no de su zona de confort, en la que ha estado inmersa desde la contienda interna panista. De ello dependerá si quiere alcanzar y rebasar al puntero o poner en riesgo hasta su segundo lugar