Israel Dávila
En junio pasado consiguió lo que muy pocos auguraban que era poner al PRI mexiquense, de nuevo, en un nivel competitivo frente al resto de las fuerzas políticas.
Los resultados de esa elección representaron oxígeno puro para el tricolor y una amplia esperanza de que en 2023 puedan estar en condiciones de disputar y ganar la gubernatura de éste, el estado más poblado del país, y uno de los pocos que no ha experimentado la alternancia en la titularidad del Poder Ejecutivo.
Para ella, el triunfo del pasado junio le abrió la posibilidad de ser considerada como una aspirante más a ser la abanderada del Revolucionario Institucional en la contienda por la gubernatura del estado en junio del 2023.
En efecto, son varios los suspirantes priistas que pretenden suceder a Alfredo Del Mazo, pero las cosas se están encaminando a su favor.
Tiene excelente relación con el gobernador, buena comunicación con los exgobernadores y ningún actor político del tricolor en la actualidad conoce las entrañas del PRI, como ella. La estructura y la maquinaria está de su lado.
Se ha convertido en la mujer que más tiempo ha ostentado la presidencia del Comité Directivo del PRI en el Estado de México. Es, además, la tercera de todos los dirigentes estatales en permanecer más tiempo al frente del tricolor en la entidad, sólo por detrás de Antonio Mercado Guzmán, que prácticamente encabezó al partido durante seis años –de septiembre del 1975 a septiembre del 1981—y de Ricardo Aguilar Castillo, quien ostentó la presidencia del PRI durante 4 años y 7 meses, en el segundo lustro de la década antepasada.
Paulina Alejandra Del Moral Vela lleva tres periodos como presidenta del PRI mexiquense. La primera: un interinato, de febrero del 2017 a agosto de ese mismo año; la segunda, de octubre del 2018 a octubre del 2019 – para concluir el periodo para el que fue electo Carlos Iriarte Mercado— y la tercera, de noviembre del 2019 a la fecha.
En total, ha encabezado el Comité Estatal, durante 3 años y poco más de seis meses.
Ese tiempo, le ha servido y lo ha aprovechado para conocer la vida interna del PRI en cada municipio; para desarmar lo que ya no funcionaba y armar una estructura revitalizada que hizo funcionar la maquinaria de nuevo en la elección pasada.
Tras la debacle del priismo mexiquense en 2018, Paulina Alejandra decidió emular a Arturo Montiel, quien en su segundo periodo como dirigente del PRI, –de 1997 a 1999— emprendió una renovación total de seccionales y comités municipales, que a la postre fueron su palanca para obtener la nominación del Revolucionario Institucional a la gubernatura del estado, tras un proceso de selección de candidato mediante el esquema de consulta a la base.
Montiel, con la estructura que construyó pudo derrotar ampliamente al resto de los precandidatos priistas a la gubernatura estatal. En esa época, nadie conocía mejor al partido que el propio Arturo. Él conocía al dirigente del seccional o del municipio y lo llamaba por su nombre, generó identidad dentro del partido, cuando más desacreditado estaba el instituto político.
Algo simular ocurre ahora con Paulina Alejandra Del Mora Vela. A principios del 2019 recorrió el estado para saber con qué priistas contaba y con quienes no. Renovó los comités seccionales y los municipales y junto con ellos construyó las planillas que permitieron al PRI recuperar un amplio número de municipios, entre ellos demarcaciones clave como Toluca y Tlalnepantla, o el emblemático Atlacomulco.
Paulina Alejandra Del Moral también se ha sabido mover dentro la nomenclatura priista. Mantiene una muy buena relación con el gobernador Alfredo Del Mazo; se ha ganado el respeto de los exgobernadores con quien mantiene constante comunicación; lo mismo se deja aconsejar por el propio Arturo Montiel, que con César Camacho, con quien compitió en fórmula por el Senado de la República en 2018.
Del Moral también ha adoptado un lenguaje más directo y real hacia adentro y afuera del partido. De entrada, es capaz de admitir que hay prácticas que el PRI no dejará de hacer pues forman parte de su ADN, pero también reconoce los excesos y los yerros que se han cometido e intenta no repetirlos.
A 21 meses de la contienda por la gubernatura, se identifican al menos cinco aspirantes priistas que buscan suceder a Alfredo del Mazo. Ninguno tiene la experiencia, ni el conocimiento ni el bagaje partidista que tiene Del Moral Vela, quien además tiene el aspecto de género de su lado.
El diputado local Elías Rescala, que parece ser el delfín del gobernador, no ha tenido roce con la militancia ni manejo mediático; su trayectoria política ha sido detrás del aparador, en la penumbra donde ha sido eficaz. La diputada federal Ana Lilia Herrera pareciera tener méritos y trabajo, pero no forma parte del círculo cercano a Del Mazo; su arrastre está muy limitado al Valle de Toluca. A Ernesto Nemer, actual secretario general de Gobierno, le pesan sus dos derrotas electorales – en el 2000 cuando quiso ser alcalde de Metepec y en 2018 como presidente del PRI estatal— y Ricardo Aguilar, quien ha estado alejado del partido en la entidad desde hace años por estar concentrado en labores partidistas a nivel nacional.
En diciembre del año entrante conoceremos quién será el candidato o candidata del PRI al gobierno estatal. Paulina Alejandra parte ahora con ventaja. Los astros se le alinean.