Sin alternativa
Por: Israel Dávila
Aunque aún no concluye formalmente el proceso electoral de gobernador en el estado de México, la oposición en la entidad ya está pensando lo que hará en los comicios del año entrante donde estarán en juego las 125 alcaldías mexiquenses y la conformación del congreso local.
Las huestes locales del PAN, del PRD y del PT, principalmente, parecen convencidas de que el único camino para enfrentar ese proceso electoral, es a través de una amplia alianza opositora al PRI, que les permita ser competitivos en esa elección.
Los resultados obtenidos el pasado 3 de julio son apabullantes. Ninguno de ellos logró ganar un solo municipio y menos un distrito electoral. De las poco más de 17 mil 450 casillas que se instalaron, sólo pudieron vencer en unas 500, es decir, sólo el 2.5 por ciento del total de los centros de votación.
En los municipios que alguna vez fueron bastiones del PAN o del PRD, se perdió por más de dos a uno, y en el resto hubo diferencias de hasta seis a uno, como en el norte del estado.
Con este escenario, los tres partidos saben que sin alianza para el próximo año, será imposible que puedan ganar algún municipio y mucho menos un distrito electoral. De hecho, los dirigentes reconocen que, es muy difícil, que en unos cuantos meses se puedan reposicionar en un municipio o distrito.
Si a esto le agregamos el impacto que tendrá la elección presidencial será concurrente a estos comicios, los partidos opositores no tienen mucho que hacer.
Con este escenario es tan desigual, diversos actores del PAN, del PRD y del PT han asegurado que sin alianza simplemente el PRI y sus aliados del Partido Verde y Nueva Alianza lo ganarán todo. Volverán las épocas del carro completo; habrá una regresión en la composición política en la entidad con un PRI que domina y gobierna en los 125 municipios mexiquenses y gane los 45 distritos de mayoría, lo que le aseguraría tener el control absoluto en el Congreso local.
Por eso están explorando el tema de la alianza. La fórmula la tienen clara. Con una alianza opositora, el PRD propondría candidato en los municipios donde históricamente ha tenido influencia, es decir, en la zona oriente de la entidad, desde Ecatepec, hasta Valle de Chalco, pasando por Neza, Chimlahuacan, Chicolopan, Ixtapaluca, Texcoco, Chalco, y hasta Amecameca. También propondría candidatos en el sur del estado, que colinda con Guerrero, como Tlatlaya, Luvianos, Amatepec y Tejupilco.
Al PAN le correspondería designar candidatos en la parte poniente del Valle de México, como Naucalpan, Atizapan, Tlalnepantla, Cuautitlán, Coacalco, Tepotzotlán hasta Zumpango. Y otros en la zona del Valle de Toluca, como la capital del estado, Metepec, Zinacantepec y San Mateo Atenco.
Al PT le dejarían los municipios que ha gobernado, como Chiconcuac, Jiquipilco, Xalatlaco, entre otros y si se suma Convergencia, repetirían el mismo esquema.
Pero no sólo eso, sino que buscarían seducir a algunos priístas para que encabezaran formulas en otros municipios como el norte del estado, y algunos otros donde la oposición es prácticamente nula.
En los distritos, se operaría de manera similar. Los partidos propondrían candidatos tomando como base los resultados históricos en cada uno de ellos.
Solamente así, aseguran, podrían ser competitivos y disputar más de 70 municipios al PRI y sus aliados, pero sobre todo la conformación del Congreso local, para impedir que el tricolor tenga el control absoluto de este Poder y deje de ser contrapeso al Ejecutivo.
A la fecha, cuando falta un año para esa elección, existe coincidencia en el camino que deben de tomar, pero aun no existen pláticas formales sobre el particular. No pasa de ser un comentario o un deseo en los encuentros que tienen los actores de la oposición, pero la menos tienen claridad de que sin alianza, simplemente poco tendrán que hacer en julio del 2012.