¿Ganaron?
Por: Israel Dávila
Lo que importa es ganar, no importa cómo, me dijo un destacado priísta después de que se confirmara la aplastante victoria de Eruviel Ávila Villegas en los comicios del pasado domingo.
Efectivamente, lograron una votación histórica, 2 millones 850 mil votos, cifra jamás conseguida por ningún candidato priista; pero también es cierto, que el número de votantes que no acudió a las urnas es el más grande en la historia del estado de México: más de 7 millones de mexiquenses desdeñaron los comicios, por la razón que sea.
Eruviel Ávila ganó, efectivamente, con el 62 por ciento de los votos emitidos, pero también es cierto que sólo votaron por él, el 26 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal, y el 18 por ciento de los habitantes mexiquenses.
Está bien. Así son las reglas y gana quien más votos obtiene, pero los priístas no pueden pasar por alto que la mayor parte de los electores no les dio su respaldo en las urnas.
No se pueden autoengañar de que gozan con el respaldo ciudadano. Tampoco sería sano que se conformaran con “ser el menos malo”, de los partidos que buscan el poder.
Los partidos deben entender que algo están haciendo mal para no concitar a los ciudadanos a las urnas. Aún el que gana, porque tal vez es quien tiene más responsabilidad.
Las campañas electorales ya no despiertan el interés ciudadano. Bien decía un especialista, “fueron campañas placeras” con públicos multitudinarios, pero producidos y controlados.
Los candidatos ya no recorren a pie las calles; no tocan la puerta del electorado para pedir unos minutos a la gente para tratar de convencerlos de que son la mejor opción. Ahora quieren que ese trabajo lo hagan los espots en 30 segundos y de manera masiva. Tenemos candidatos desnaturalizados y muy mediatizados, desconectados de la necesidad social.
Las elecciones ya no son un ejercicio de participación democrática, se han convertido en una competencia de estructuras y maquinarias dispuestas a todo por ganar, sin importar si violan la ley o pasan por encima de la dignidad ciudadana.
Ojalá y reparen en ello y busquen al menos, una reconexión con la sociedad, porque si no se van a seguir ufanando, arrogantemente, que ganaron, no importa cómo, pero ganaron, pero cada vez más alejados de la sociedad.