Redacción
Una veintena de familias que habitan en el municipio de Nicolás Romero deberán ser desalojadas ante el riesgo de aludes por las intensas y constantes lluvias registradas en las últimas semanas en el Estado de México.
Autoridades estatales y municipales determinaron el desalojo de unas veinte viviendas ubicadas en la calle Cerrada de Oyamel, debido al riesgo que existe de desgajamiento de cerros aledaños. Otras 60 casas – habitación también fueron desocupadas frente al riesgo de contingencias.
Protección Civil municipal pidió desalojar las viviendas bajo la propia responsabilidad de las familias. Las autoridades informaron que efectuarán estudios del suelo en el fraccionamiento, de cuyos resultados dependerá la fecha del regreso a sus hogares.
El fraccionamiento conocido como Villas del Bosque fue construido hace 20 años en lo que era una barranca, por lo que las viviendas fueron edificadas en una especie de terrazas, una de las cuales se derrumbó y cayó sobre una vivienda, lo que causó la muerte a una mujer.
Ante el desalojo, representantes del Infonavit plantearon condonar una mensualidad a los habitantes desalojados, para que les sirva para el pago de renta en tanto evalúan las condiciones del desarrollo.
Cierran carretera en Huixquilucan
En tanto, en el municipio de Huixquilucan debió cerrarse la carretera tradicional a la cabecera municipal, a la altura de la curva llamada Peña del Venado, debido a un deslave ocasionado por las lluvias.
Jorge Belloc, subdirector de Protección Civil Municipal, informó que se trató de un deslave de aproximadamente 50 metros cúbicos de tierra.
En el lugar murió un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad, pero no a causa del deslave. Abraham Guzmán, de 20 años, trataba de reconectar algunas líneas de energía tras el derrumbe, y se electrocutó.
Debido a las condiciones climáticas y del suelo, el personal de emergencias se retirará, para reanudar trabajos este miércoles desde temprano.
Se habilitó el paso por la desviación de San Bartolito, para no dejar incomunicada a la población.
Apenas la semana pasada ocurrieron otros tres deslaves, que se suman a los siete que se tenían registrados hasta el mes de julio.