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Cuestiona Enjambre Estudiantil legitimidad en elección de Patricia Zarza como rectora de UAEMex

Francisco Ledesma

 

Toluca, Edomex; 25 de julio de 2025.- El Enjambre Estudiantil Unificado (EEU) puso en duda la legitimidad del proceso electivo por la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), por considerar que las condiciones del voto virtual desplazaron la posibilidad de participación universal de la comunidad, además de que se trata de un sistema sujeto a la manipulación o la alteración de los resultados, ya que no existe certeza de su fiabilidad.

 

A través de las redes sociales del EEU, difundieron un comunicado en el que advirtieron que, en la reciente elección por la rectoría, “muchos estudiantes fueron desplazados de la toma de decisiones, algunos docentes incluso demandaron no poder acceder a la plataforma”, derivado de factores como la brecha digital, la falta de acceso o la poca difusión de dicha elección que fue ejecutada en menos de una semana.

 

“Bajo esas condiciones, queda en duda la legitimidad del proceso”, subrayaron.

 

El Enjambre Estudiantil recordó que, en una conferencia de medios efectuada el pasado 14 de junio, se exigió que todas las elecciones fueran presenciales y se realizaran en el regreso a clases para el 6 de agosto, con el propósito de garantizar un proceso transparente, justo y verdaderamente participativo.

 

Recalcaron que, la poca participación del alumnado, obedeció a la premura con que se organizaron y ejecutaron las elecciones en menos de una semana y sin el consenso del paro estudiantil.

 

“Además, las elecciones virtuales abren la puerta a la manipulación, el control y la opacidad. No hay garantías reales de que los votos emitidos digitalmente sean resguardados de manera segura, ni que los resultados no hayan sido alterados o manipulados desde dentro”, advirtieron.

 

Insistieron que, tras la elección por la rectoría uaemita, se demuestra una vez más, el lugar que les asignan dentro de la Universidad: un rol pasivo, sin posibilidad real de incidir, y confirma la falta de voluntad para escuchar a la comunidad que, con dignidad, ha alzado la voz durante todo este proceso.

 

“Nuestras exigencias eran legítimas, posibles y totalmente congruentes con los valores que la institución dice defender. No pedíamos privilegios, sino condiciones básicas de participación. Sin embargo, fuimos ignorados, rechazados e invisibilizados, mientras la universidad continúa colgándose de los logros de la comunidad estudiantil ha defendido y ganado con lucha”, afirmaron.

 

Hoy más que nunca, explicaron, se niegan a normalizar situaciones que atentan contra los principios democráticos, y reiteraron que, no se quedarán callados mientras se tome el nombre del estudiantado para validar decisiones impuestas desde arriba. “Si la universidad quiere presumir democracia, primero debe practicarla. Nuestra voz no se negocia, no se descarta y no se silencia”, agregaron.